3 días perfectos en Oporto

Lisboa, la hermana más soleada de Oporto, solía llamar toda la atención. Pero recientemente, la “segunda ciudad” de Portugal salió de las sombras y se ganó la reputación de ser uno de los destinos más artísticos de Europa. Me encantó explorar sus galerías de arte moderno, sus restaurantes de moda y sus sitios históricos color teja.

Este itinerario de tres días abarca los puntos destacados, desde las calles adoquinadas y las casas adosadas de colores pastel de Ribeira hasta los mercados de pulgas hipster de Cedofeita, mientras que también te da tiempo suficiente para hacer escapadas opcionales de un día por la costa o por el río Duero. También usa opiniones y calificaciones reales de Tripadvisor, por lo que es como obtener una lista de recomendaciones de un amigo viajero.

Independientemente de cómo hayas llegado a Oporto, ninguna visita estará completa sin un tour por la estación de tren de São Bento, una maravilla de Bellas Artes de un siglo de antigüedad en Baixa con un techo abuhardillado y una fachada de piedra renacentista. Su luminoso atrio está decorado con unos 20 000 azulejos pintados a mano que representan momentos importantes de la historia portuguesa, como la Conquista de Ceuta.

Desde allí, es una caminata de cinco minutos hasta otro ícono de Oporto: el impresionante Café Majestic , en la bulliciosa Rua de Santa Catarina. Esta obra maestra del Art Nouveau, que data de 1921, se inspiró en un café parisino y sirvió como punto de encuentro popular para artistas, políticos e intelectuales. Siéntate en el comedor principal, saborea un expreso y prueba especialidades portuguesas como la rabanada (similar a la tostada francesa) mientras escuchas música en vivo en un piano de cola. Vale la pena consultar el cronograma con anticipación para asegurarse de no perderse una exhibición de pintura, un lanzamiento de libro, una lectura de poesía o algún otro evento.

Oporto tiene muchos restaurantes de alta cocina. Pero no puedes venir hasta aquí y no probar un cachorrinho (perro caliente portugués), hecho con pan crujiente, salchichas frescas y cubierto con salsa picante. Mi lugar preferido: El bar de aperitivos Gazela, que ha estado haciendo cachorrinhos prensados en caliente y llenos de queso durante más de 50 años, a veces llega a servir a más de 300 clientes por día. Haz como los lugareños y combina tu pedido con un poco de papas fritas y una cerveza helada.

Si aún tienes hambre, dirígete a Conga, otro clásico de Oporto, para disfrutar de un sándwich de cerdo bifana, sazonado con ajo y especias y servido en un rollo de pan blanco. La institución vende miles de estos sándwiches todos los días, pero además tiene otros éxitos, como las chamuças (samosas portuguesas) y las francesinhas (sándwiches tradicionales de Oporto).

Ahora que ya te hartaste de las delicias portuguesas, es hora de experimentar la escena cultural de primer nivel de la ciudad, comenzando con el Museo Nacional Soares dos Reis. Ubicada dentro de una antigua residencia real, la institución, el museo público más antiguo de Portugal, es un ambiente señorial para leer esculturas, objetos decorativos y pinturas de los siglos XIX y XX, muchas de las cuales fueron hechas por destacados artistas portugueses como António Soares dos Reis (el homónimo del museo). Podrías pasar fácilmente un día entero explorando su amplia colección y los jardines formales, pero hay mucho más para aprovechar.

Los fotófilos deberían comprar un boleto en el cercano Centro Portugués de Fotografía, que cuenta con una extensa selección de cámaras vintage que datan del siglo XIX, además de exhibiciones temporales que siguen la historia fotográfica del país. El edificio es un antiguo juzgado y prisión; y algunas exhibiciones se llevan a cabo dentro de antiguas celdas de la cárcel.

¿Eres fanático de Harry Potter? Visita la impresionante librería Livraria Lello, que se cree inspiró a las descripciones de J.K. Rowlings de Hogwarts y Diagon Alley. La fotografía está estrictamente prohibida, pero no dejes que eso te impida admirar la hermosa fachada neogótica y el interior Art Nouveau de la tienda, incluida su impresionante escalera carmesí.

Para una mayor inmersión arquitectónica, dirígete al río para vislumbrar el magnífico Palácio da Bolsa , un lugar de interés neoclásico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y la Iglesia de San Francisco, un monumento gótico conocido por su brillante decoración interior barroca.

Al atardecer, sube a la famosa Torre Clérigos de la ciudad para disfrutar de las vistas de 360 grados del horizonte. Las escaleras en espiral pueden volverse estrechas en la parte superior, pero ningún otro lugar de la ciudad ofrece vistas tan extensas.

Después, recompensa tu esfuerzo con una cata de vinos de oporto en Touriga, donde el personal experto sabe mucho de este vino fortificado, incluidos los productores más populares del país. Si deseas abastecerte de “vinho verde” (vino verde portugués) y otros vinos para llevar a casa, esta es tu mejor opción.

Desde allí, estarás a una corta caminata para cenar en Cozinha das Flores del chef portugués reconocido por la Guía Michelin, Nuno Mendes, quien anteriormente era el chef de Chiltern Firehouse de Londres. Aunque el interior es de estilo escandinavo, el menú se centra en ingredientes y tradiciones del norte de Portugal, como el pastel de nata hecho con una cremosa natilla de nabo o fios d’ovos con helado de yema de huevo y virutas de presunto.

Termina la noche con un trago en Book House o en Bonaparte Downtown, ambos son bares con luces bajas y con excelentes cervezas artesanales para observar a la gente pasar y disfrutar. También hay excelentes opciones de recorridos por bares en la cercana Rua Galerías de París.

Cedofeita se ha comparado con la colonia SoHo de Nueva York o con Montmartre en París por su espíritu bohemio. Los sábados, un mercado de pulgas toma la plaza de la Plaza de Carlos Alberto, donde los anticuarios y diseñadores venden sus productos. Después de eso, es hora de desayunar en EARLY, una cafetería con paneles de madera de diseño avanzado que sirve tortas caseras, brindis francesa brioche, pan de masa madre recién horneado y café Chemex. Consejo: Consulta sobre su exclusiva serie de súper clubes, donde el restaurante ofrece pop-ups gastronómicos en lugares “secretos” de toda la ciudad, como el jardín encantado de la Casa São Roque.

Desde allí puedes ir a la calle Bombara, el núcleo de todas las cosas nuevas y geniales de Cedofeita. En tu lista de deseos: Ó Galería, un espacio de arte contemporáneo especializado en libros, zines e ilustraciones extravagantes; Loja , una sala de exposición interior con dos pisos de muebles, lámparas, objetos de arte, piezas vintage y papelería que te harán sentir como en casa; y Galería Presença, dedicada a exhibir artistas portugueses e internacionales, como María Trabulo y Francisco Aquierós. Para los que prefieren la moda al arte, no te pierdas Earlymade, en la Rua do Rosário, que se especializa en ropa de trabajo fresca, como pantalones de pana de cintura alta, chaquetas imperdibles hechas de mezclilla japonesa, botas de cuero y más.

Después de toda esa terapia minorista, te despertará el apetito para almorzar en Tia Tia Porto, donde los pequeños platos vegetarianos vienen con una excelente selección de vino natural. Siéntate en el soleado patio al aire libre y prueba los platos portugueses con un toque global, como el escabeche de coco con crema de calabaza Hokkaido o un postre con crema de plátano con llovizna de caramelo oporto y queso São Jorge añejado por 24 meses.

Quema las calorías del almuerzo con un relajado paseo por los jardines del Crystal Palace. Construido en 1865 e inspirado en el Palacio de Cristal de Londres, el establecimiento está rodeado de aproximadamente 8 hectáreas de jardines plantados con rododendros, ginkgos, hayas y camelias. También hay jardines temáticos, como el Jardín de las Plantas Aromáticas y el Jardín de los Sentimientos, que ofrecen vistas impresionantes del río Douro e incluso del Océano Atlántico.

Desde allí, vuelve al centro caminando, deteniéndote para admirar la iglesia Igreja do Carmo del siglo XVIII, que es conocida por sus impresionantes altares dorados y sus azulejos color azul y blanco. O dirígete al norte para ver una de las obras maestras modernas de la ciudad: la Casa da Música, diseñada por Rem Koolhaas, que se destaca por su diseño de hormigón estilo cubo. Vale la pena consultar el cronograma con anticipación para disfrutar de espectáculos musicales de todos los géneros, desde clásicos y electrónicos hasta jazz y fado.

Si no te sientes demasiado débil por todos los paseos, continúa hasta la Fundación Serralves, un museo de arte moderno con un complejo de jardines de 12 hectáreas y una villa vacacional art déco de color rubor, ubicada en los límites exteriores de la ciudad. Es una de las actividades culturales más imperdibles de la ciudad: el Museo de Arte Contemporáneo fue ideado por el arquitecto Álvaro Siza Vieira, tiene sede en Oporto y ofrece exhibiciones de pesos pesados como Joan Miró y Alexander Calder. ¿Necesitas un impulso de energía? Saborea un té y unos dulces en la terraza con vistas a los jardines.

Vasco Coelho Santos, un chef nacido en Oporto, trabajó en algunas de las cocinas más populares del mundo, incluidos los restaurantes españoles El Bulli y Mugaritz. Los viajeros pueden experimentar el estilo campestre de Santos en dos de los mejores restaurantes de Oporto: el Euskalduna Studio con estrellas Michelin, donde se sirven creativos platos portugueses en un mostrador estilo omakase, o el más informal Semea a orillas del río Duero. Ambos restaurantes son destinos por derecho propio, por lo que te recomendamos alojarte durante horas para sumergirte en el ambiente.

Termina la noche en Musa das Virtudes, también frente al Douro, que tiene 15 cervezas de barril y una cocina semiabierta que ofrece comida hasta altas horas de la madrugada.

Vale la pena alquilar un auto y salir de la ciudad para admirar la costa ventosa. A una hora al norte llegarás a Cabedelo, una de las mejores playas de la región, que tiene arena fina y blanca y está rodeada de un bosque de pinos. Mientras vuelves a Oporto, asegúrate de detenerte en las dunas protegidas de la Reserva Natural Estuario del Douro, donde siempre hay muchas personas que hacen kitesurf y bodyboard.

Para estar más cerca de casa, aventúrate a 20 minutos al norte de Piscina das Marés. Construida en un macizo rocoso frente al Atlántico y diseñada por Álvaro Siza de Oporto (¿lo recuerdas del Parque de Serralves?), la piscina se considera una de las piscinas arquitectónicas más deslumbrantes del mundo, con aguas que se alimentan de la marea. Consejo: Si no quieres mojarte, disfruta de las vistas desde la cafetería.

Te recomendamos quedarte en la zona para almorzar temprano en la Casa de Chá da Boa Nova, un restaurante declarado Monumento Nacional por el gobierno portugués por su arquitectura moderna y su ambiente surrealista entre un faro de 46 metros, una iglesia franciscana del siglo XIV y los acantilados de Leça da Palmeira. Si vas a derrochar dinero en una comida durante tu viaje, que sea esta: la carta de vinos tiene más de 450 marcas portuguesas y el menú destaca solo los mariscos más frescos.

La mayoría de los restaurantes de Oporto ofrecen una selección de oporto, un vino fortificado producido en el Valle del Douro. Pero para ir al corazón de la producción de vino de oporto, tendrás que cruzar el río (te recomiendo tomar el teleférico de cinco minutos que se eleva 60 metros sobre la superficie) para visitar las bodegas de vino de Oporto de Vila Nova de Gaia. La mayoría de las bodegas de vino de Oporto están construidas en las laderas rocosas y abiertas al público, y ofrecen tours guiados y catas.

En Calém, los tours comienzan en un pequeño museo interactivo con información sobre la región del Valle del Douro y las diferentes variedades de uvas. Después de eso, visitarás la bodega y participarás de una cata de vinos de Oporto en la terraza. Otro favorito: Poças, una de las pocas bodegas de vino de Oporto que sigue siendo propiedad de una familia portuguesa.

Cuando baja el sol, no hay mejor lugar para estar que el Restaurante Doña María, ubicado en The Lodge Hotel en Vila Nova de Gaia. Es ampliamente considerado uno de los restaurantes más románticos de la ciudad por sus impresionantes vistas del río y los tejados de terracota de Oporto. Una gran carta de vinos y la auténtica cocina portuguesa le dan un toque más acogedor, pero asegúrate de reservar en la terraza exterior, ya que las mesas se llenan rápido.

De vuelta en Oporto, termina tu viaje con un trago en Base, un bar al aire libre con bancos de madera y vistas de la Torre Clérigos. Está abierto durante todo el año y siempre hay algo genial, ya sea un set de DJ, un espectáculo de música en vivo o un pop-up gastronómico.