Una travesía en ferry de 40 minutos desde Circular Quay te llevará hasta la famosa playa de Manly, al norte. Las playas aquí son perfectas para aprender a hacer surf o pasarse el día tomando el sol. El paseo de 10 km desde Spit Bridge hasta Manly es un modo fantástico de disfrutar de la bahía del puerto de Sidney y del paisaje arbustivo australiano. A lo largo de la costa, hay gran cantidad de bares y vinotecas con excelente cocina. Tampoco faltan restaurantes ideales para las familias con niños, sobre todo, en las zonas más orientadas a este segmento, como Shelly Beach. Un modo estupendo de conocer Manly es alquilar una bici y explorar sus 20 km de carril bici y rutas sin asfaltar. Tampoco hay que perderse el North Head National Park. Está situado en la punta sur de Manly y ofrece la posibilidad de caminar entre los arbustos típicos del paisaje australiano y de contemplar vistas panorámicas de la ciudad.