Es un lugar impresionante, tener acceso a tantos animales que de ninguna otra manera puedes conocer, ver, disfrutar y sobre todo tocar, quedé impresionada con la capacitación de los guías de las experiencias, están tan informados, concitados, son amables, sensibles y muy atentos, con algo difícil de conseguir que es paciencia, empatía y conexión con los niños. Nos atendieron Liz y Leo, sin su información y atención la visita no hubiera sido igual.
El lugar: súper bien todas sus áreas, se nota el mantenimiento y atención que le dan, y lo más importante la gran labor de conservación que realizan, muy bien coordinando todo, una experiencia inolvidable, la disfrutamos enorme tanto
los adultos como los niños, definitivamente queremos regresar, de hecho volveremos mañana pero queremos volver otra vez antes de que acabe el año.