Si no paseas por Scappanapoli no has estado en Nápoles. Para callejear relajados, conociendo un barrio que reúne todos los tópicos en un ambiente decadente: fachadas deslustradas, graffitis, más de veinte iglesias, altarcitos minúsculos con imágenes adosados a las paredes, culto a Maradona en frescos de los edificios, ropa tendida en balcones, incluso en los bajos a pie de calle, tiendas con innumerables recuerdos, comida, bebida, baretos, pizzerías, motos por callejas inverosímiles, belenes y figurillas en la calle San Gregorio Armeno... y basura por cualquier rincón. Variopinto a la enésima.