Emplazado junto a Via Cavour, que conduce a la Piazza di San Marco.
Su construcción fue encomendada por la familia toscana Pucci, de antiguo linaje toscano, que durante muchos siglos fue famosa y poderosa debido, a sus actividades bancarias y comerciales, así como por su proximidad al gobierno de Toscana.
Bartolommeo Ammananti, fue el arquitecto designado para el proyecto: quien fue además, Arquitecto del Gran Duque, para quien realizó varias obras entre las que se destacan la fachada del Palazzo Pitti y la fuente del Neptuno, entre otras. Como escultor, su estilo denota la gran influencia del arte de Miguel Ángel.
Una vez finalizada la obra, la familia Pucci y sus descendientes residieron en el mismo, el cual sufrió muchas modificaciones a lo largo de los siglos. Sin embargo, siempre albergó en su interior. obras de arte de gran valor, puesto que los Pucci eran mecenas de muchos de los artistas de la época, como el Ghirlandaio.
Durante el siglo XX, el diseñador de moda Emilio Pucci (criado en el palacio), hizo acondicionar el palacio para la exhibición y venta de sus colecciones. En 1947, instaló su taller en el Palazzo Pucci y, en 1950, presentó su primera colección en Francia.
También abrió showrooms en Florencia, Capri, Milán y Roma e instaló una tienda exclusiva en Nueva York. La marca Pucci ya estaba presente en las ciudades más importantes del mundo, con sus complementos incluidos (zapatos, carteras, ropa, trajes de baño, lencería femenina y perfumes, entre otros), como uno de los representantes más elegantes y cotizados de la moda italiana.
Sus prendas de alta costura fueron las favoritas de mujeres famosas, como la Grace Kelly, Jacqueline Kennedy, Audrey Hepburn, Elizabeth Taylor, Marilyn Monroe y otras muchas, a quienes el diseñador recibía en persona, en palacio manierista de Florencia.
Tras la muerte del diseñador, la firma se vendió. En el año 2000, el grupo Luois Vuitton-Moet-Henessy adquirió la mayor parte del capital de la sociedad de moda toscana y su hija, Laudomia Pucci pasó a ocupar el puesto de Directora de Imagen.
En la antigua bodega del Palazzo Pucci se encuentra actualmente uno de los restaurantes más atractivos de esa área exclusiva de Florencia, “Il Ritrovo”. No posee ventanas a la calle. Un amplio acceso, conduce al comedor subterráneo con techos abovedados y amueblado con mesas rurales toscanas de madera y sillas de enea, decorado con velas y ramilletes de flores.
Sus especialidades las pastas caseras de todo tipo, servidas con salsa natural de la casa, y un surtido de postres con chocolate.