Acudí con mi pareja. Fueron muy puntuales en los traslados, siempre nos hicieron sentir seguros y atendidos. Tuvimos un gran guía Esteban quien hizo el viaje muy ameno gracias a su charla, disposición, y entretenimiento a pesar de la distancia (aproximadamente 3 horas, pero observando hermosos paisajes verdes, montañas y cascadas). En Jardín pudimos tomarnos un café en la plaza, y en la cafetalera vivimos una increíble experiencia con Wilson caficultor tercera generación en su familia, quien explicó cada detalle de hacer café, desde la plantar la semilla, su crecimiento, la recolecta de frutos y el proceso para separación y tueste, para finalmente degustarlo. Resuelve todas las dudas, si quieres aprender el proceso de manera vivencial, este es el tour ideal (para amantes del café). Es un lugar muy bonito, fresco y natural. Y además puedes comprar su café. Volveríamos a ir.