En pleno CBD, la construcción impacta por su porte de estilo victoriano y es un atractivo imperdible.
Ingresamos por Druitt St, donde está la estatua de la Reina Victoria y atravesamos el edificio a lo largo de sus casi 200 m.
Como gran centro comercial contiene cuatro niveles con tiendas de distintos rubros, pero si la intención no es comprar, igualmente hay que recorrer el interior para conocer su arquitectura y decoración lujosa, con adornos y vitrales llamativos. Hay dos enormes relojes de distinto estilo (uno australiano de 10 m de altura), que penden del techo en las zonas centrales siendo foco de numerosas fotos.
No podían faltar los restaurantes, cafeterías y salones de té, siendo una excelente alternativa sentarse en alguno de ellos en las mesas dispuestas sobre los corredores y tomar algo relajadamente entre el movimiento de las demás personas. Nosotros elegimos Yama Japanese Café (reseña aparte).
Baños impecables, como todo el edificio. Atención amable.
Su ubicación permite combinar la visita con otros atractivos cercanos: Hyde Park, Catedral de Sta María, Ayuntamiento, Sydney Tower Eye, entre otros.