Bodega tranquila y apacible, cerca del centro, con una selección de vinos húngaros espectacular. Para maridar los vinos te ofrecen diferentes tables de embutidos del país, que están buenísimos. Además uno de los sumilleres, Sebastián, es colombiano, y te explica y recomienda todo perfectamente (además de recomendarte cosas que hacer en Budapest). Además, para finalizar, Sebastián nos dio a probar un vino dulce típico de la tierra y un poco de queso azul.
En cuanto al precio, por 6 copas de vino de calidad y dos tablas, una de embutido y una de queso (si vas con menos hambre tienen tablas mixtas, nosotros es que acabábamos de aterrizar), unos 50€.
Para repetir sin duda.