Encantador casco histórico de la ciudad. Inigualable vistas de la ciudad de noche desde uno de los cafés del Itchimbía. Aunque nos hablaron de que había mucha inseguridad en sus calles, afortunadamente no tuvimos ningún percance, sino todo lo contrario, siempre que tomamos taxi para desplazarnos fue con taxistas muy amables y atentos.
No pueden perderse visitas a iglesias como la Compañía de Jesús, la basílica o la propia catedral. Y ya fuera de la ciudad, visita obligada a la Mitad del Mundo y a Mindo.
Para comprar recuerdos y regalos, el Mercado Artesanal de Quito satisfará cualquier necesidad.