Para nuestro último día en Cusco, escogimos una de las mejores actividades de estas vacaciones. En compañía del chef Alvaro tuvimos la oportunidad de visitar el Mercado de San Pedro y conocer un poco sobre los productos locales. Luego nos dirigimos a una casona donde quedaba el estudio de cocina a pocos metros del mercado y fue tremenda experiencia, divertida, enriquecedora, ya que conocimos y aprendimos a cocinar una muestra de la gastronomía local y encima compartimos un rato agradable con otra pareja. El chef Alvaro, muy entendido en materia de cocina, nos explicaba todo claramente y siempre fue muy abierto a contestar todas muestras preguntas. Tremenda experiencia, 100% recomendada.