Recomiendo esta experiencia para quienes deseen conectarse con la naturaleza y la espiritualidad.
Considero que el nivel de dificultad puede ser 6/10, pero dependerá del estado físico de cada persona, sin embargo, el equipo y los guías siempre tienen muy buena disposición para ayudar y solucionar cualquier situación que se presente en la ruta.
Considero que hay muy buena organización y gestión en cada campamento.
Sería maravilloso que el recorrido también pueda tener una experiencia de conexión espiritual más profunda (con ello me refiero a que haya una mayor consciencia del espacio y de la intención individual de cada visitante), teniendo en cuenta que se está ingresando a un territorio con mucha historia y merecedor de respeto.
Nuestra guía, Ingrid, fue muy amable, siempre estuvo atenta a nuestras necesidades y nos acercó mucho a la historia de este maravilloso lugar.