Vale la pena salir del caos de Guayaquil, cruzar hacia Samborondón, y visitar ésta isla, donde además de los barrios residenciales de gente acomodada, condominios donde viven extranjeros jubilados y centros comerciales modernos, está el Parque Histórico, que es una especie de recreación del Guayaquil de hace un siglo.
En el parque se puede apreciar la vegetación típica de la zona, donde destacan los manglares, con su biodiversidad. También hay plantas de cacao y plátano, cultivos ampliamente presentes en los alrededores de Guayaquil, algunos animales y aves propias del paisaje, y, algo imperdible, algunas construcciones del Guayaquil Fundacional, que fueron trasladadas a éste parque para su conservación, y que permiten apreciar cómo funcionaba la ciudad y vivía la gente en esos tiempos.
El lugar es tranquilo y permite escapar del ruido de la ciudad.