Si tuviera que resumir esta experiencia ciclística diría que más que hacernos sentir como clientes, nos sentimos tratados como amigos y, más que recibir un excelente servicio nos sentimos amados. Fuimos a subir el Alto de Letras un grupo de ciclistas aficionados de Costa Rica como parte de un viaje organizado en conjunto por @toursbikecr y @colombiacycling
Desde el primer momento no faltaron los detalles para sorprendernos y motivarnos a cumplir ese reto. Tuvimos un delicioso almuerzo de bienvenida con charla técnica para anticiparnos algunos detalles importantes del viaje. Todo eso sucedía mientras un equipo técnico armaba y preparaba técnicamente nuestras bicicletas. Luego nos desplazamos hacia Honda para hospedarnos en un bello y acogedor hotel colonial (Las Trampas).
El segundo día salimos a rodar 62km por los alrededores de Honda. Al regreso nuestro guía Tomás nos llevó al mercado de la ciudad para probar una bebida típica de uva ¿qué mejor hidratación para reponer energías? Bonita forma además de conocer más de cerca la cultura colombiana desde ese lugar donde confluyen sabores, olores, personalidades y todo lo que construye las bases de un pueblo. De regreso en el hotel nos esperaban bien frías unas cervecitas artesanales en la piscina para relajar las piernas. Por la tarde nos desplazamos hacia nuestro hotel en Mariquita (Marqueta) donde nos preparamos para enfrentar el reto central de nuestro viaje. Este hotel está dedicado a la pasión ciclística por lo que no pudo ser más adecuado. Ahí tuvimos disponible un masaje (por un pequeño cargo extra) para ir alistando las piernas. Finalmente por la noche tuvimos una charla técnica para repasar detalles con nuestros guías Tomás y Henry. Todo bien cuidado y bien explicado para que el grupo pudiera rodar seguro hacia la cima.
El tercer día fue nuestro reto. Salimos en grupos según los ritmos de cada participante, esto para facilitar la logística y tratar que llegáramos a la cima más o menos al mismo tiempo. Cada grupo dispuso de un guía en bicicleta (extraordinarios por cierto Tomás, Juan y Paola), una buseta y una motocicleta de apoyo. No faltó absolutamente nada. Pudimos ascender a Letras sintiéndonos en todo momento resguardados, seguros y apoyados. Yo incluso pude subir sin poner pie al suelo (como los profesionales) cosa que no había hecho nunca antes. Al coronar la cima nos esperaban con una sorpresa más. El trofeo típico de Colombia Cycling para quienes completamos Letras. Una réplica de su gato Trébol. No hizo falta una multitud para sentir apoyo en esa meta. Entre los compañeros que ya habían llegado y Marcela nos dieron una bienvenida que ponía los pelos de punta, a tal grado que fue común ver lágrimas rodar (me incluyo).
Luego de nuestra gesta nos llevaron al hotel Termales el Otoño en Manizales ¡qué espectacular forma de premiar nuestro esfuerzo! Lindísima zona, lindísimo hotel y en sus aguas termales pudimos relajar piernas y unirnos como grupo compartiendo esas vivencias personales y el cúmulo de sentimientos que ya para ese momento se desbordaban de nuestras bocas. El hotel estaba tan bonito que el tercer día teníamos una rodada más para subir parte de la otra cara de Letras. Sin embargo la gran mayoría preferimos quedarnos descansando.
El último día regresamos a Bogotá y nuevamente nos sorprendieron con una cena de despedida y un video resumen con las mejores fotografías del viaje. En cada uno de los hoteles en que estuvimos hubo sorpresas, regales, tarjetas con mensajes de apoyo, entre otros.
Si a usted le gusta el ciclismo y si le gusta Colombia (o si no conoce) no puede dejar de tener esta experiencia al menos una vez. No deje de experimentar el amor y la entrega de Tomás y Marcela, así como todos quienes les colaboran. También es destacable que Colombia Cycling tiene una filosofía empresarial de responsabilidad con el ambiente y de cooperación con otros emprendedores locales, así que lo que uno paga queda bien distribuido y genera el mínimo impacto posible al ambiente.
Trebol le espera. Atrévase al reto de Letras #thelongestclimbonearth