Excelente paseo para toda la familia, cada rincón está lleno de historia. Puedes caminar por las calles, ingresar a distintas casas de la época, escuchar como se vivía en el siglo 18 y como trabajan.
Hay también varios restaurantes y tiendas, una pista de patinaje y mucho, mucho por recorrer.
Con el pago de la entrada, tienes acceso a un bus que recorre todo el predio, y también te da ingreso a lugares como el palacio del gobernador, la corte, establos..., y casas de oficio que funcionaban en la época ( taller de joyas, armería, tabernas, etc)
Muy educativo, muy bien restaurado, y todo el personal muy dispuesto a contar parte de la historia de su pueblo.