Vine aquí porque tenía críticas fantásticas, desafortunadamente no estuvo a la altura de las expectativas, la recepción está muy limpia y ordenada, luego todo va un poco cuesta abajo, las habitaciones se ven geniales a primera vista, luego notará que hay bastante cansada con pintura rayada y silocon mohoso alrededor del plato de ducha y restos de vello púbico! Las camas realmente no son las mejores, te hundes en ellas y piensas que es increíble, luego te das cuenta de que no hay soporte real en la parte posterior y te despiertas en agonía, sin embargo, en mi experiencia, esa no fue la peor parte, porque no hay alfombra. escuchar todo lo que está pasando en las habitaciones comunicadas! Me las arreglé para dormirme a las 2 a. m. y me despertaron a las 4. 30 a.m. con muebles que se movieron toda la noche desde la habitación de arriba, por lo que lo que debería haber sido un descanso relajante entre Santander y la Costa del Sol me hizo sentir aún más cansado. La comida en la cafetería es absolutamente asquerosa y me dio un mal estómago el día después estaba en absoluta agonía después de comer allí, y encontré que el personal era bastante grosero, el peor fue el recolector de vidrio que caminaba sacando el pecho y mirando a la gente de una manera bastante extraña, el piso al lado el mostrador estaba lleno de servilletas que seguramente podrían haber sido repasadas de vez en cuando, pasé por delante del restaurante principal y, para ser justos, se veía bastante bien y se parecía mucho más a lo que cabría esperar de las reseñas
¿Me quedaría aquí de nuevo definitivamente no?
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