En medio de una naturaleza exuberante, el Lodge ofrece un servicio de calidad y buen gusto.
El personal es muy amable y bien dispuesto. La comida deliciosa, elaborada con buenos ingredientes.
La habitación muy cómoda, el baño con ducha y bañera, hasta con "planchita" para domesticar algún mechón rebelde.
Los colibríes sobrevolando nuestra cabeza durante el almuerzo, fueron un espectáculo aparte.
El desayuno muy completo. Deliciosos croissants, scones, budines, fruta, jamón, queso , yogur, cereales, pan casero y exprimido de naranja. Obviamente además de las clásicas infusiones.
Si el tiempo y el nivel del agua acompañan se puede dar un agradable paseo en kayak, bote a remo o pedal.
El sendero no es muy largo, toma recorrerlo menos de media hora, pero es un paseo muy bonito.
Las picadas y tragos del mediodía son servidos junto a la piscina. Hay muchísimas opciones de bebidas con y sin alcohol. El clericó y el licuado de mango son espectaculares.
Por la noche antes de cenar, en el living y la biblioteca se puede pasar un rato amable, leyendo, jugando algún juego de mesa o armando un rompecabezas.
En conjunto, un lugar para disfrutar de la naturaleza, la gastronomía y la cálida atención del personal que cuida todos los detalles (paraguas , alcohol en gel y repelente distribuidos estratégicamente por todo el lodge).
Sin lugar a dudas, volveremos!
Luego de una hora y media de viaje, desembarcamos en La Becasina. El lodge se caracteriza por la conservación de la naturaleza en estado semi-salvaje. Así, en medio del entorno característico del Delta, encontramos una gran construcción de madera, sumamente cálida en su decoración y totalmente acogedora que oficia, por un lado, de restaurante y por el otro, de living. Más allá, atravesando el pasillo que separa ambos espacios, las mesas balconeando la piscina y por detrás de esta, la vista de la laguna y la exuberante vegetación.
Los bungalows se conectan por una singular pasarela de madera. Por dentro los detalles de decoración lo hacen único y tiene comodidades como los decks privados (algunos orientados hacia el Arroyo Las Cañas y otros hacia la laguna privada), ideales para disfrutar de una siesta, unos buenos mates o simplemente, la paz del lugar. Para las épocas de más calor estos espacios cuentan con duchador de mano para refrescarse y una red para que los mosquitos no perturben la estadía.
El tiempo en La Becasina transcurre a un ritmo particular, calmo, tranquilo. La única agenda son los horarios de las comidas, siempre precedidas por una tabla de fiambres y tapas y el happy hour, momento en que se puede degustar buenos tragos junto a la piscina o junto al fuego que arde en el hogar (dependiendo la época del año).
Además de la piscina, que cuenta con calefacción para extender la temporada (de octubre a abril aproximadamente), en La Becasina Delta Lodge, los amantes de las caminatas disponen de senderos para pasear y perderse por unos instantes entre la vegetación del lugar. Pero sin dudas, el gran atractivo es disfrutar del agua. Divertidos “pedalines” para pasear por la laguna o kayaks y botes par con timonel para incluso salir del lugar y aventurarse en el Arroyo Las Cañas, son algunas de las actividades posibles.
La Becasina es un lugar excelente para descansar, recuperar energías, reencontrarse con uno mismo o disfrutar en pareja. Atentos: no se permiten menores de 14 años y no hay wifi en las habitaciones.
Después de dos horas de lancha sobre un río maravilloso que no visitaba en muchos años, llegamos a este lugar soñado. Nos recibieron muy amablemente con picadas y bebidas que fueron muy bien recibidas. Los bungalows son impecables. Todos los detalles tenidos en cuenta. La piscina bastante grande como para disfrutarla a full. La atención, las comidas y bebidas muy buenas, así como también el servicio de masajes. Para mejorar colocaría a las actividades, prácticamente no existen. En mi caso después de tanto disfrute necesitaba hacer alguna actividad
Increíble todo relajado. Déjese tratar Nos alojamos por 3 noches en el comienzo de nuestra luna de miel y el bar increíblemente alta. Gustav, Yacqueline y todo el personal era muy atento, detallista y encantador, nos sentimos realmente quiere o necesita todas nuestras eran atendidos. La comida es maravillosa calidad - impresionante teniendo en cuenta lo lejos que están, aunque debo confesar que nos sentimos un poco "sobre dosis" al final del día 2, con dos horas felices con canapés cada día! Realmente disfrutamos moviéndose en el delta en un barco, nadar en la piscina, y por una vez disfrutar de estar todavía en algunos hermosos alrededores, llena de naturaleza. Incluso nos dieron un regalo especial de una botella de vino espumoso y algunas flores para ayudarnos a celebrar. Barbara que nos ayudó a tomar nuestra reserva y organizar transporte de llegada también era increíblemente servicial. Perfecto para aquellos que quieren ver más allá de Buenos Aires y conseguir un sonido en la única forma de vida en el delta. Gracias a todo el equipo de la becasina - teníamos un sueño de una vez!
Me hospedé junto a mi familia todo un fin de semana en este hermoso lodge. El lugar se encuentra a 2 horas en lancha desde bahía grande de nordelta. El hotel es verdaderamente hermoso, desde las habitaciones perfectamente amobladas, el restaurante tan cálido, hasta la impecable piscina. A destacar el intachable servicio y la deliciosa gastronomía. Recomiendo este lodge para una ocación diferente y muy especial