Hermoso entorno , con un parque amplio y bien mantenido , las habitaciones cómodas con todo lo necesario , tohallones para el uso de la piscina . Un buen desayuno americano con variedad de dulces y salados como para dejar conforme a cualquiera .
No tiene servicio de restaurante , pero el que desea comer en el hotel tiene una amplia lista de deliverys de todo tipo , igualmente el centro no está tan alejado para poder visitar los restaurantes de la Villa.El personal muy atento y siempre bien dispuesto . En síntesis un lugar para " desenchufarse " , pocas habitaciones y sin ruidos que nos alteren .
Excelente Posada. Hermosas y amplias instalaciones. Un personal muy agradable y todo predispuesto para pasar una jornada de descanso. Alejado de ruidos, con enorme parque, con piscina, comodidades, garage cubierto para autos
el lugar es hermoso, rodeado de naturaleza, tranquilo. Tiene un parque muy amplio con piscina. El desayuno campestre rico aunque no abbundante. Las paredes entre habitaciones muy finas, se escucha bastante. Se encuentra a poca distancia del centro, de facil acceso
A 3 km del centro de Villa General Belgrano, uno puede encontrar un espléndido y confortable lugar para pasar sus días.
La amplitud del parque, la piscina siempre impecable, las habitaciones muy bien mantenidas, el desayunador, el balcón terraza, la extraordinaria atención de personal, todo acorde con lo que debe proponer una Posada de Campo, Altamente recomendable
Pasamos el fin de semana largo en la Posada de Campo. Para empezar, soy celíaca y solicité que me prepararan un desayuno apto. Me encontré con la grata sorpresa de una variedad de galletitas dulces y saladas, mermelada y frutas para disfrutar, algo que no es habitual cuando solicito el desayuno. Las habitaciones son hermosas, como de una cabaña en la montaña, con una presión de agua en las duchas espectacular. Tiene piscina y un parque hermoso y te prestan bicicleta para recorrer la villa. La atención es excelente, como si hubieras ido a la casa de amigos. Para llegar a la villa la caminata por las calles internas es de unos 40 minutos o se puede tomar taxi por alrededor de $ 50. En cuanto a la limpieza, impecable. Nos tocó un día entero de lluvia y aprovechamos las instalaciones al máximo, tomando café y jugando juegos de mesa en la sala común. Lo mejor, el silencio y la tranquilidad son valorados y respetados. Volvería sin dudarlo!!!!