En este lugar pasamos una noche. Es una Hacienda con 400 años de antigüedad por donde pasaron gente como Bolivar o Humboldt. Está bastante bien conservada, eso si, mejor las zonas comunes que los dormitorios, algunos de los cuales deberían ser reformados ya que se han quedado obsoletos.
El lugar, la Hacienda, es Preciosa. Sus pasillos y sus salas son muy elegantes. La Hacienda consta de un precioso jardín interior y de una capilla. La atención del personal es muy buena. El wifi funciona regular y solo en deteníamos lugares de las zonas comunes. La cena y el desayuno que disfrutamos, fueron correctos.
Mi esposo y yo asisitimos por una noche a la Hostería por recomendación de amigos que también decidieron hospedarse ahí. Fue nuestra noche de aniversario de bodas. Lo reservamos con poca anticipación, por lo que nos dieron la suite con un precio de descuento que igual está elevado, sin embargo por estar con nuestros amigos y pasar nuestra noche de aniversario en un lugar especial, sentí que valía la pena.
La suit muy linda, las instalaciones muy rústicas, históricas y singulares, sin embargo hacía mucho frío en la suit, el baño era un congelador y la refrigeradora no estaba funcionado.
Sinceramente pensé que ibamos a encontrar algun detalle o sorpresa por haber mencionado que era mi Aniversario de bodas, pero para el precio que pagamos no tuvimos nada especial.
Al día siguiente salimos retorno a nuestra ciudad de origen, Guayaquil con ganas de comer comida de la costa!
Por cierto, el restaurante lo cierran a las 20h00 por lo que así no tengan hambre, compren algo antes de quedarse encerrados con hambre!
Este es un lugar muy interesante por su historia. Una parte del hotel es de 1600, y ha albergado a Von Humbold cuando él estaba observando los volcanes. El hotel es bonito y limpio y el servicio es agradable. Sin embargo, también es bastante anticuado. Las habitaciones están llenas de todo tipo fuera de los retratos antiguos y artefactos. Sin embargo, con el que también parece que se pierda algún tipo de intimidad, es como si estuvieras en casa de su tía, y nada puede ser tocado. Todo el interior también se ve como un verdadero gran colección de algo viejo.
La gran cosa con los antiguos (muchas) es que las habitaciones tienen una chimenea. Alrededor de cuatro (o espalier si es un día oscuro frío) los lugares de fuego están iluminados. Y allí estás en tu propia habitación antigua con una chimenea. Que es muy bonita.
El hotel tiene un restaurante donde se puede comer entre 6. 00 y 23. 00. Hay una amplia variedad de comida para elegir. Sin embargo, lo mejor es mantener las cosas simples. Los platos que probamos eran los espaguetis (buenas), canelones (no muy bueno) y la carne (así, así). Sin embargo, es el único lugar en la zona, así que si te alojas en el hotel, no tendrá (mucha) alternativas para cerrar la cena en.
Realmente una experiencia increíble en este siglos antigua hacienda. Habitaciones amplias y cómodas con chimeneas. Preciosos jardines y una interesante capilla forman parte del complejo. Muy amable personal hospitalario y una buena selección de comidas de calidad en el comedor.
Queríamos alojarnos en este más antiguo de haciendas y compartir en algunos fantasmas históricos y aprender acerca de la historia. El edificio y los jardines son, en efecto, enorme e impresionante. Nos recibieron y se sirve la cena, que era poco interesante y un vino que no era nada bueno, le doy un 100% para un esfuerzo pero el resultado final no era muy buena. Nuestra habitación era enorme, con dos calentadores y una chimenea y todavía eran muy fríos. Las almohadas eran bastante mal y la habitación tenía un olor que proviene del baño. Tuvimos que trabajar en encontrar más sobre la historia del lugar, ya que no se ofrecía, aunque fue la razón para visitar. Wifi en las habitaciones es casi inexistente, encontramos una señal de hasta la puerta huddling frente. La carretera hacia el lugar está en mal estado, pero tengo entendido que el invierno pasado fue duro. Este lugar tiene potencial, pero nuestra visita fue sólo media.