Cenamos unos platos buenísimos y a precios racionales. No recuerdo que cenamos pero si que si volvemos por el pueblo seguro que insistiremos. El local está muy bien decorado con paredes blancas y piedra vista.
No sé ni por dónde empezar. Mi marido y yo llegamos a este hotel con bastante esperanza después de haber mirado las fotos del Google maps y la página web. Antes de reservar para la cena le dije al hombre que estaba en recepción si era posible que me hicieran algo vegetariano para la cena porque ya miré el menú y no habían muchas opciones. Llegamos a la cena y la mujer que nos atendió nos dijo que teníamos que sentarnos en medio del restaurante donde pasaba todo el mundo. Le preguntamos si era posible en la mesa de la esquina y nos dijo: “Esa mesa está siempre reservada”. Eso no era lo peor, se fue sin más. Cuando nos sentamos al final un camarero nos dio la carta y le pregunté si era posible que preguntara al cocinero si me podía hacer algún plato vegetariano y sin lactosa. Fue a preguntar y vino una camarera que me dijo que no era posible, que tenía que elegir lo que había en la carta. Dijo que si quería algo vegetariano lo tenía que pedir con un día de antelación. ¿A que restaurante va uno y llama con un día de antelación para que haya algo que puedan comer? Al final pedí “Dumplings de ceps con vinagreta de soja” y le pregunté expresamente si llevaba queso, ella dijo que no. Cuando empecé a comerlo notaba que estaba con nata, o crema. Imagínate si soy vegana o tuviese intolerancia a la lactosa. No me lo pude comer. Entonces mire más fotos en Google maps donde vi que habían verduras a la plancha que iban con los platos de carne. Le pregunté si me podían traer un poco de verduras a la plancha y me dijo: “Que quieres que te ponga un trozo de tomate y otro de champiñón?”, yo le dije, si fuera posible un poco de todo. Cuando le enseñe una foto de calabacín y zanahoria me dijo que eso eran verduras del invierno y que ahora no lo tenían. Entonces fue a la cocina y me ofreció crema de batata con pisto. Al final lo que me trajeron era crema de patata con pisto frío. Lo probé y estoy segurísima que llevaba de nuevo nata o crema porque sé distinguir cuando uno cocina con lácteos o no porque en casa no cocino con lácteos. Cuando vino a por el plato dijo: “¿No te gustó la crema?” Le dije, es que lleva crema o nata, y me dice: “No, no lleva”. Entonces le dije: “Cuando lo tomo me da náuseas”. Era una sopa medio fría, no estaba recién hecha ni lo calentaron bien. Cuando me trajeron la sopa a mi pareja le trajo su plato con dos pimientos de Padrón frescos, eso es vegetariano, pero no, no me lo podían hacer. Para el postre mi pareja quiso darle una oportunidad y pidió milhojas de limón con polvo de cacao. Las milhojas le suelen encantar y me temo que ha sido uno de los peores que hemos probado. Si eres VEGETARIANO o VEGANO nunca vengas a este restaurante. No solo la comida si no el servicio es pésimo. Todo lo que te sirven te lo tiran a la mesa. Es triste. Cuando llegamos a este hotel por la tarde el hombre de la recepción nos dio un papel para rellenar lo que queríamos desayunar. Hice un tick en las cosas que quería y me dijo que así no se entendía. Pero lo más importante es que dijo: “Pero te vas a comer todo eso? Mejor escríbelo todo atrás y me lo das, la cantidad no está clara”. Lo escribí todo, llegamos esta mañana, escribí, dos zumos de naranja naturales, nos trajo un zumo de naranja de brick. Les pedí de frutas uno y nos trajo dos. Dos yogures y nos trajo uno. Una tortilla y no nos lo trajo hasta que se lo pedí a la camarera. Volvió la señora que nos atendió anoche cuando entramos al restaurante y nos dice cuando trae la tortilla. “Tenéis que bajar las toallas de la piscina, si no se os cobra.” Nada de buenos días, aquí tiene la tortilla. Primero, ¿para que rellenar un formulario si no van a traer lo que pedimos? Segundo, le pedí pimienta para la tortilla, le dije: “¿Tiene pimienta para la tortilla? Y me dijo: ¿que?, le dije: “si, pimienta, como la sal”. Y me dijo: “no”. Siempre responde con un no rotundo. Ni, lo siento, no tenemos. Es una de las peores experiencias que he tenido en un hotel y restaurante. Tanto servicio como la comida pésima. Siento que quizás no quería que pidiera tantas cosas para el desayuno pero podría decir en el formulario algo como, solo puede elegir dos cosas de los que hay nombrados.…
El entorno y el restaurante son espectaculares. La comida buenísima y el jardín y la piscina para desconectar. Únicamente las habitaciones, un poco justas, pero con todo lo necesario. Mejor si tuvieran ducha en lugar de bañera.
Buscábamos relax y paz, y lo encontramos. En un hotel con trato familiar, entorno precioso y habitaciones limpias y correctas. Poder comer en el jardin tanto el desayuno como la cena fue genial y un plus no previsto. La piscina espectacular.
Sinceramente no me gusto, no me sentí cómodo ni a gusto en ningún momento, el trato del personal me resultó poco profesional, la decoración del hotel digna de “cuéntame”.. las camass son las mas incomodas en las que he dormido jamás, les sugiero un plan renové urgente en este aspecto, desayuno escaso y poco variado.. en fin que mi estancia en este hotel no fue para nada lo esperado. Suerte.
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