Reservé 3 habitaciones en esta casa, que hay que diferenciar que NO ES UN HOTEL, por ubicación ya que íbamos al Festival de Cap Roig y está a un paso. No tiene derecho a cancelación, y lo sabía, pero por circunstancias 2 habitaciones no las íbamos a ocupar. Se lo comuniqué al dueño que si él podía revenderlas me devolvería el dinero, mi sorpresa es que no puso ni un pero, las colgó en la web, las volvió a alquilar y me devolvió el importe íntegro de dichas habitaciones. Así que, a pesar de las malas críticas que he leído del dueño, y luego de conocerlo el tipo me parece una persona incluso afable y cordial, interesándose por nuestro concierto y dándonos tooodas las explicaciones a la llegada sobre las normas de la casa. Es campechano, desaliñado, y entiendo que haya gente pues que no comulgue con ello, pero que no se asuste nadie que no muerde. Como digo, vas a una casa no a un hotel. Olvídate de lujos, allí vas a dormir y a salir por la puerta, si acaso te das un baño en la piscina que estaba limpia, no sé los que la vieron sucia en su estancia, es posible, en mi estancia, limpia y cuidada. La habitación nuestra era amplia, la cama cómoda, hubo un problema con nuestras toallas que las tenía en la secadora, pero nos las sirvió unas horas después. En uno de los armarios había ropa del dueño y calzado. Eso debería cuidarlo, porque la imagen no es buena. Está bien que sea tu casa, pero hombre...la habitación te la estoy pagando a precio de oro, quítame tus camisas de allí, macho. Eso para mí de lo peor. También los baños dejan que desear, la ducha el agua caliente sale escásamente templada, y su imagen es algo dejada, y por supuesti, SON A COMPARTIR, y eso hay que saberlo antes de ir. En definitiva, casa de un señor que reside allí, está con la caña esperando que le alquilen habitaciones que le sobran y se gana un sueldo. La casa es antigua, ténebre, y con baños a compartir, aparcar el coche son 10 euros y del desayuno ni idea porque ni se nos ocurrió. El dueño se conportó fenomenal en la gestión de las habitaciones sobrantes, el trato es campechano, no te va a tratar de usted ni tiene cursos de hostelería, es su casa y tú vas a adaptarte a ella no ella a ti. Si vas a lo que vas, dormir y pa'lante, pues bien, no espere más. El precio, carísimo para lo que es, pero es que los precios por allí son muy caros.…
Fuimos un grupo de amigas y la experiencia fue lamentable. La casa en si es oscura, huele a tabaco y a cerrado. Al llegar vimos la mesa del comedor con ropa doblada del propietario. A mitad del pasillo nos encontramos unas tablas de madera del parquet del suelo y un martillo. Las zonas exteriores son correctas, tanto la piscina como la terracita. Es lo único, junto a la localización, que merece la pena. El anfitrión vive en la casa y convive con los huéspedes. No es un bed and breakfast. Amablemte, nos ofreció hielo, un sacacorchos y unas copas de cristal. La cocina estaba sucia. La reserva especifica que no se puede fumar y la casa huele muy muy muy fuerte a tabaco. El olor es insoportable y está por toda la casa, incluso en las habitaciones. Somos un grupo de amigas que ninguna fuma y nos molestó mucho el olor desagradable a puro. Solamente teníamos un baño para las 8 personas pero el anfitrión nos dejó pasar a una habitación que tenia baño en suite, donde nos contó que estaba alojada una chica pero que en esos momentos no estaba, para que pudiéramos ir mas rápidas, agradecimos el ofrecimiento pero no entendimos como nos invito a pasar a una habitación donde estaba alojada otra persona aunque no estuviera en ese momento. Nos hizo pensar que podría hacer lo mismo con nuestras habitaciones cuando no estuviéramos. Entró a la habitación sin llamar a la puerta, dando por hecho que no había nadie pero estabamos dentro, se disculpó enseguida pero nos sorprendió la falta de intimidad. Evidentemente los que somos locales, con no repetir ya está, pero yo me planteo: ¿Este es el recuerdo que queremos que se lleven los turistas a su país? ¿Queremos que nos identifiquen con esto? …
después de hacer una reserva con 3 meses de antelación el dueño me llamó para decirme que estaban en overbooking me llamo de muy mala manera y me envió otro hotel de menor categoría estuve en otro hotel muchísimo mejor que allí allí está todo sucio las camas se caen las toallas están sucias no hay gel no hay jabón no hay televisión no son compartidos está todo sucio y el hombre es un chulo de narices encima de que se pone en el overbookingme culpa a mí de eso
Chalet de los años 70 con los muebles de los 70, el q se rompe se queda roto, los colchones, sabanas y almohada también, el embutido del desayuno pasado, el pan seco y tostado de un solo lado y el propietario fumando por toda la casa, de las peores experiencias q se pueden vivir el la parte norte de la Costa Brava
El dueño un chulo impresentable. Todo muy sucio y desordenado. Encima de la mesa del comedor la ropa del dueño doblada (calzoncillos incluidos). Las camisas en el respaldo de la silla. La casa huele a rancio y a tabaco. Hay varios ambientadores con olores muy fuertes que intentan enmascararlo. Hay que dejar la llave de la habitación en una caja en el comedor, al abasto de cualquiera. O sea, que mientras estás fuera, cualquiera puede coger la llave y tener acceso a tus cosas... así que te lo llevas todo cuando sales. El desayuno deja mucho que desear, y como la casa está tan sucia, ya te da asco hasta comer allí. Los 2 baños compartidos, incluso con el dueño, sucios. Teníamos dos noches pagadas, y dormimos solo una porque cuando llegamos era muy tarde y ya no encontramos nada. Pero al día siguiente nos fuimos a un hotel en el Estartit.…
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