Al principio dudaba un poco en si acabar la etapa en este albergue porque me comentaron que no se encontraba a pie de camino y que tenían que venir a buscarnos con el coche, pero finalmente decidimos aventurarnos y alojarnos en este encantador albergue. Nada más llegar, supe que no nos habíamos equivocado! La casa era como una casa de cuento: piedra por todo, campos sembrados, todo cuidado hasta el más mínimo detalle. La habitación limpia y preciosa, con una decoración rústica muy acorde al lugar en el que nos encontrábamos. El trato, inmejorable: Rocío y Carmen se encargaban de todo y todo lo hacían a la perfección: nos vinieron a buscar, nos prepararon la habitación, nos ayudaron a poner las lavadoras, nos prepararon una cena casera exquisita con productos de la huerta… y…
Hemos estado una noche durante el Camino de Santiago y fue como llegar al paraiso.Por encima de todo la amabilidad de su dueña es algo a destacar ya que te hace sentir cómo en tu casa.Una habitación pequeña pero con lo necessrio para estar bien y las zonas comunes de la casa muy agradables.Buena cena y buen desayuno todo realizado con productos propios del huerto.Ideal para parejas o para familias.
Durante los días del 5 al 11 de julio de 2016, un grupo de amigos hemos realizado el camino de Santiago. Lo hemos organizado con la agencia de Mundiplus. Durante dos noches nos hemos alojado en este Hotel. Solo puede decir.... gracias y mil veces gracias a Carmen, la dueña y a su ayudante Rocío, por atendernos tan bien. Nos hemos sentido como en casa. El hotel es maravilloso, perfecto, impecable, super bonito.... no puedo decir otra cosa. Carmen y Rocío nos han atendido de maravilla. El entorno es alucinante, un clima de relax absoluto. La comida.... extraordinaria, todo casero y natural. La queimada con bruja, riquísima. Muchas gracias Carmen por todo. Mil gracias.
Acabamos de venir del Camino de Santiago y todos coincidimos ( somos 6) que nuestra estancia aquí será una de las vivencias que no olvidaremos. Es, de lejos, el mejor lugar en el que hemos descansado dentro del entorno del Camino. La morfología de la casa, el entorno, la huerta son extraordinarios, pero lo que realmente te atrapa son las atenciones de Carmen y de Rocío. Que mujeres, por favor, te hacen sentir como en casa. El buen trato, la amabilidad, la conversación y hasta las instrucciones para el resto del Camino. Nos improvisó una queimada con la colaboración de una "preciosa bruja" que también peregrinaba con su familia a la que fué un placer conocer. Pasamos una noche de San Juan inolvidable y por la mañana nos había preparado un barreño con rosas para lavarnos la cara…
Primero quiero hablar de la atención recibida por Carmen, una persona jovial, divertida y con ese don de gente que buscamos cuando viajamos. La otra parte de la recepción dos preciosas dálmatas (Blanca y Africa) La casa, ni hablar... que lugar tan espectacular, muy tranquilo para descansar, el salon-comedor sencillo pero acogedor con una pequeña barra desde donde preparan el café o té. Las habitaciones muy limpias, espaciosas y de techos altos. Una cama y almohada muy cómoda. La cena y el desayuno perfectos. Ibamos en grupo y el servicio era en fuentes tipo buffet pero puesta en cada mesa, me parece mas que correcto para que cada uno se sirva lo que desee. Rocío muy servicial en todo momento. Está a unos 7 kms de Arzúa por lo que iría bien para peregrinos ya que te buscan y te…
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