Hospederia Real Monasterio es una magnífica elección para los viajeros que visiten Guadalupe, ya que ofrece un ambiente romántico, además de numerosos servicios diseñados para mejorar tu estancia.
Hospederia Real Monasterio Hotel ofrece una gran variedad de servicios en la habitación, como televisor de pantalla plana y aire acondicionado, y puedes permanecer conectado, ya que hay internet gratuito disponible.
El hotel ofrece recepción abierta 24 horas, conserje y prensa, para que tu estancia sea incluso más agradable. El establecimiento también cuenta con restaurante. Los huéspedes que lleguen en coche tienen acceso a parking gratis.
Durante tu visita, no dejes de ir a algún restaurante de tapas conocido de Guadalupe como Meson Extremeno, que se encuentra cerca de Hospederia Real Monasterio.
Si buscas cosas que hacer, considera Museos del Real Monasterio de Guadalupe (0,1 km), Plaza Sta. María de Guadalupe (0,1 km) o Arco del Chorro Gordo en Guadalupe (0,2 km), que son atracciones populares entre los turistas a las que puedes llegar andando.
¡Disfruta de tu estancia en Guadalupe!
Es la tercera vez que he ido, y siempre mejora. Creo que es el mejor hotel en relación calidad/precio que conozco. Siempre que vaya a Guadalupe me quedaré allí. Su claustro, su silencio y la serenidad que se respiran te hacen estar y salir en paz.
Alojarte en el mismo monasterio es cómodo. Además de una gran experiencia. Es un sitio histórico. El trato de los recepcionistas y trabajores fue amabilísimo. Si no llegas pronto, corres el riesgo de no tener aparcamiento dentro (que es gratuito pero limitado) Habitación amplia, camas limpias y cómodas y baño reformado, aunque por ejemplo, la puerta del baño estaba hinchada y no cerraba. Lo negativo, el buffet desayuno: abierto de 8.30 a 10.30. Al bajar a las 9.30 ya no tenían casi de nada, solo pan, mantequilla y el café de la máquina. La uníca camarera que a veces aparecía por el comedor nos decía que iba a ver que podía sacar pero ni zumo, ni bollería, ni chacinas, ni los huevos o el bacon que pudieron comer los que bajaron primero. Además de tener que sentarnos en las mesas que estaban sucias de platos y tazas usadas por los comensales anteriores porque no las iban limpiando. Todos los que tenemos el desayuno incluido, deberíamos tener acceso a los mismos productos de desayuno, ya se baje al principio, o a la mitad de la hora establecida. Salimos y desayunamos en condiciones fuera.…
Lugar precioso anexo al monasterio, muy tranquilo y acogedor. En las habitaciones no se oye una mosca. Tiene una magnífica cocina, aunque un poco cara. Por poner un pero, en esta época del año no funciona el bar ni dan cenas.
Hemos estado la semana pasada en la Hospedería. Nos dieron unas habitaciones preciosas que daban al claustro. Amplias, muy limpias y con un buenísimo cuarto de baño. Eran silenciosas y comodísimas. Nos dio pena cuando nos fuimos. Seguro que volveremos. El trato fue amable y cordial. Ha sido una experiencia estupenda, con la ventaja de tener al monasterio allí mismo y al que pasabas cuando lo querías. En fin, inolvidable.
Es una pena ver cómo año tras año baja la calidad de la hospedería. El último recuerdo tras la comida, que te recojan los platos como en una residencia de ancianos en un carrito, ESPANTOSO. La calidad de la comida mejorable, máxime habiendo conocido el esplendor de esos fogones. Una pena desaprovechar ese entorno único para no ofrecer una verdadera experiencia culinaria en lugar de un menú ramplón y que poco aporta. Una pena, mucho por mejorar
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