Sin lugar a duda el hotel más cómodo de la isla. Con una excelente y personalizada atención. Disfruté mucho esos días. El ambiente del hotel es óptimo para hacer amistades y disfrutar el hermoso manglar.
Estuvimos allí hace unas semanas y realmente jamás olvidaré despertarme con el sonido de las olas y los pájaros. Realmente te ayuda a desconectar de la ruidosa y ajetreada rutina. Olga te hace sentir como en casa, te proteje y cuida y eso hace que la estancia sea mejor si cabe. La decoración destaca en cada rincón del hotel...es un lugar de inspiración y amor rodeado de plena naturaleza. Gracias por todo!!!
estuve 4 dias con mi hija de 4 años y el lugar es increíble, muy familiar y el están muy atentos de uno. Las habitaciones son sencillas pero limpias y cómodas, la comida aunque no tiene menú es excelente, me gusto mucho la comida, lo único que recomendaría mejorar sería el tema de los postres, pude observar como nos resultaban muy repetitivos a todos los huéspedes que allí estábamos, siempre lado de vainilla y chocolate. La playa es magnífica, tranquila y bonita (el mar, aunque no cristalino, si en calma y perfecto para refrescarse). Un punto que a mi personalmente me resultó desventajoso es no tener persianas antiluz en las habitaciones, a las 6 de la mañana te despiertas si o si. Me falto solo eso para tener un descanso perfecto. Lo recomiendo sin dudas.
Fueron unos dias realmente increibles, descanso total! como estar en casa y atendidos por una persona maravillosa. Todo esta hecho para crear una atmósfera especial, las habitaciones, los baños, el comedor, las hamacas por todas partes, especialmente las de la playa, la comida y sobretodo el amor que se siente en cada uno de estos detalles. Gracias por esos dias tan bonitos que pasamos en Playa Manglares, queremos volver siempre!
Visite ésta hermosa posada con mi novio. Y nos quedamos encantados! El lugar es super Cálido, las habitaciones son grandes cómodas limpias. Tiene una playita privada, que si bien no es como la playa de baru está buenísimo para pasar un día tomando sol en la intimidad sin vendedores que atormenten! Cuando teníamos ganas de ir a baru nos tomamos un taxi para pasar el día ahí . Las comidas del lugar súper rica y casera :) Recomendado
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