Tuvimos una maravillosa visita de 5 días a Playa manglares y nos encantó. La playa es agradable y tranquila, muy bien cuidada y lleno de vida natural sin intervención humana. Olga Lucía, la anfitriona, es cálida y atenta sin ser abrumadora, haciendo que su estancia sea agradable y relajante. La comida es buena con buen pescado y ceviche fresco. Conocimos durante estos días gente de todo el mundo. El personal es muy amable. Buena conexión wifi. Hay un montón de opciones, incluyendo cartagena a sólo 1 hora en coche, las islas en el parque nacional Rosario y unos excelentes restaurantes en los alrededores. Organizan el transporte fácilmente. Están a punto de abrir un impresionante santuario de aves a tan sólo unos minutos del Hotel. Recomendamos encarecidamente este lugar para…
Un lugar totalmente recomendable, donde se puede vivir la tranquilidad a pleno. Las instalaciones son impecables, tal o mejor de como se muestran en las fotos, tiene todo lo necesarios para relajarse y vivir una estancia tranquila lejos de los vendedores ambulantes que son bastante intensos en general. La atención de su dueña Olga y de las chicas que la ayudaban fue excelente, preocupándose desde antes de nuestra llegada hasta que nos fuimos. Gracias a ella, pudimos conocer el aviario que es un lugar literalmente espectacular, el cual todavía no está abierto al público, y Olga nos llevó hasta allá en su auto particular y nos dio un recorrido completo por el lugar. No posee menú a la carta, lo cual tampoco es necesario, dado que la comida que preparan es muy rica y de excelente…
Es una gran experiencia alojarse en Playa Manglares: por el contacto directo con la naturaleza en todo momento, por el entorno, por la calidez de Olga, porque está muy cerca de Playa Blanca. Estuve solo una noche pero quisiera volver.
El contacto con la naturaleza , el mar, la ambientación y las atenciones de Olga y el resto del personal son realmente inmejorables. Relax total, playa privada con atardeceres únicos, cenas que se prolongan en el diálogo y el intercambio de experiencias . Si va , siempre va a querer volver. Saludos a Tango.....
La casa y las habitaciones son decoradas con un gusto sencillo pero muy elegante, la ubicacion cerca de la playa de manglares es estupenda, aunque el mar no sea muy limpio (sin embargo se llega al mar estupendo de playa blanca en 10min). Olga Lucia, la dueña del lugar, es una persona estupenda que hace sentir en casa a sus huespedes. La comida casera es deliciosa. Muy recomendado!
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