Lugar muy tranquilo y relajante. Alejandro y señora muy amables y serviciales. Cuarto espacioso, cómodo y confortable, con todo lo necesario para tener una estancia agradable. Desayuno muy completo y abundante. Muy recomendable
De paso íbamos y tras dejar la habitación, hemos repetido. Muy limpio, acogedor, agradable a los sentidos en sus rincones. Los jóvenes que nos recibieron muy agradables y nos recomendaron sitios que visitar. Se nota que les gusta lo que hacen. Lo recomiendo.
Limpieza. El hotel está limpio y cuidado. Se trata de un hotel rural, en un pueblo pequeño y tranquilo. Tiene dos plantas y aparcamiento gratis. Las camas son cómodas y la ropa bien planchada, dormimos en la planta de arriba donde las habitaciones son abuardilladas. La habitación está completa y muy limpia. El desayuno muy completo y de mucha calidad , buenas tostadas, croissant, jamón. Todo bien. No llegamos a cenar ni a comer, pero si vimos gente haciéndolo. Buen sitio para pasar unas noches. Muy buen restaurante el Casa Poli en el mismo pueblo y magnífica playa la de Andrin a pocos kilómetros.
Nos alojamos en una habitación amplia, luminosa e impecable, con una cama de 1,90cm vestida con sábanas blanquísimas y planchadisimas. La vista desde la habitación, no podía ser más bucólica...una "pumarada" llena de margaritas en la que pastaban y correteaban ovejas y corderos grandes y pequeños. Los desayunos...son como para hacer un homenaje al buen hacer de la repostera y a lo que se puede hacer con una buena mantequilla, un buen chocolate...y un magistral entendimiento de las especias! También pudimos optar por desayuno salado, fruta etc Ante tal manera de comenzar el día, decidimos probar la cocina asiática a la hora de cenar. Nos sirvieron unos rollitos que son como una ensalada ligera, hecha de ingredientes simples, delicadamente tratados, envueltos en obleas de arroz transparentes y aliñados con una salsa fresquita de lima, gengibre y "guarum"...¡Chapeau! Nos quedamos tres noches. Recibimos de todo el personal un trato inmejorable, siempre presentes y con una sonrisa cuando los necesitamos y discretamente alejados cuando quisimos disfrutar de un vino al atardecer. Nos dejamos aconsejar por el responsable del hotel , Alejandro, y por su esposa (que también es la responsable de la cocina) Laarni, a la hora de hacer excursiones por los alrededores. Un éxito rotundo...sin duda, volveremos!…
Hicimos reserva en mayo. Llegamos 45 minutos antes de la hora fijada de entrada. Nos dicen que la habitación no está preparada. Nadie nos dice que se van a poner a prepararla (lo lógico en cualquier hotel). Y además nos dicen que están arreglando habitaciones de la planta baja y la nuestra está en la primera, "aquí las cosas son así, es un hotel pequeño" nos dicen. Insistimos, en que por favor se pongan a preparar nuestra habitación. Observando que nadie daba las órdenes para que así fuera. Lo más fuerte que comentamos, es que "ya llevamos más de 15 minutos hablando, y si se hubieran puesto con la habitación ya estaría preparada". Por fin, nos dicen que esperemos, que se ponen a limpiarla. Y nos ponemos a esperar en un porche, fuera de la recepción. Pasados unos 20 minutos, aparece una persona, fuera de sí, y sin mediar palabra nos dice literalmente de muy malas formas y tono de voz elevado: "larguense del hotel y váyanse a su coche, aquí no les voy a alojar" sin dar ninguna explicación. Tratamos de razonar con él, y no atendía a razones. Sólo nos dijo: "han faltado el respeto a mi mujer". Su mujer, resulta que era una señora (que estaba limpiando las habitaciones) y que estaba presente en recepción, con la que no cruzamos ni una palabra. Sólo hablamos con la recepcionista, porque ella era extranjera y sólo habló un par de frases en inglés con la señorita de recepción. No hubo forma de hablar con esa persona que nos echaba (director del hotel). "No tengo nada que hablar con ustedes, largo de mi hotel" decía. "Tengo derecho de admisión". Pedimos la Hoja de Reclamaciones, y nos presenta una hoja en blanco, riéndose. En ese momento decidimos llamar a la policía (bah! si no van a venir, decía) Con la policía delante, su actitud cambió, ya no mostraba los malos modos anteriores. Sacó una Hoja de Reclamaciones (parece que descargada de Internet en ese momento). Y la rellenamos delante de la policía. Seguiremos con todos los tramites para que le sancionen. La policía nos explicó, que el derecho de admisión tiene que ser por una causa importante objetiva. Su comportamiento fue impecable con nosotros. Como consecuencia de esto, nos quedamos tirados y sin hotel en pleno mes agosto, con todos los hoteles de la zona llenos. No conseguimos hotel para la primera noche, durmiendo en el coche. Y el resto de noches, en un hotel que nos costó casi el doble. En resumen: vacaciones fastidiados y al doble de coste, por la actitud impresentable e injustificable del que nos dijeron era el director del hotel. Cómo es posible, que una persona de ese carácter y trato pueda ser director de un hotel!!…
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