Alexis nos atendió excelente, buena variedad en el buffet de desayuno, el precio por persona es de 24, creo vale la pena. Lo recomiendo pregunten por Alexis de Peru para la próxima. Arriba Mexico 🇲🇽
Excelente servicio durante el desayuno, Alex fue nuestro mesero y fue muy atento y amable, la comida del bufete esta muy rica y variada, el desayuno a la carta también Muy recomendable desayunar en este lugar
Great food and service by Alexis! Friendly and kind attention, Thank you. Highly recommended. Nos encantó el lugar. Buen servicio, todos muy amables. Recomendamos este lugar a cualquiera que visite esta zona.
Edificio precioso, limpieza impecable, habitaciones bonitas y con todos los detalles (cafetera, plancha y tabla de planchar, paraguas, secador, camas y almohadas comodísimas). Desayuno fantástico. Y sobre todo el personal estupendo y Antonio un 10, cuando llegamos nos enseñó las instalaciones del hotel ya que es un edificio histórico y estuvo pendiente todos los días de atendernos e informarnos de todo. Íbamos desplazados de otro hotel que empezó con reformas y el cambio fue lo mejor que nos pudo pasar. La situación bastante buena, aunque no está en el centro, está al lado del puente de la torre de Londres, estación de tren, metro, bicis y bus turístico a 5 minutos, todo en el mismo lugar.
Ubicación: el hotel se encuentra prácticamente en el cruce entre Tooley St y Tower Bridge Rd, a apenas 3 minutos a pie del Tower Bridge. Hay tres estaciones de metro relativamente cercanas: London Bridge, Bermondsey y Tower Hill; las dos más útiles son la primera (líneas Northern -ramal Bank- y Jubilee -que pasa también por Bermondsey-) y la tercera (líneas Circle y District), todas a unos 10-12' a pie del hotel, por donde pasan igualmente varias líneas de bus. Quizá no sea, en ese sentido, el hotel mejor comunicado de la ciudad (tampoco es que las comunicaciones no sean buenas con tres estaciones de metro a unos 10-12 minutos del hotel), pero compensa enormemente con la calidad del servicio, la belleza del edificio histórico en el que se encuentra y su magnífico personal. La zona dispone de atractivos suficientes a una corta caminata del hotel (el Tower Bridge, la animadísima zona de Southwark más cercana al río, la Torre de Londres, el mercado de Maltby St,...) y para ir a cualquier otro sitio el metro no está demasiado lejos. Para quien sea algo necesario a pocos metros del hotel hay un supermercado Sainsbury Local que abre hasta las 23:00 (hasta las 22:30 en finde) y un par de pubs (un Wetherspoon y un Draft House) justo al lado del hotel. Desde el momento en que hice la reserva fui extraordinariamente atendida tanto por Elisa (vía email) como por el personal que me recibió al llegar, de quienes destaco por su extraordinaria amabilidad a Christian, Tania y Adam, aunque no hubo ni un solo momento en que no me cruzase con alguien que no sonriera abiertamente y saludase cortésmente o incluso cálidamente. Habitación: si bien reservé una habitación twin, en su momento y vía email solicité la posibilidad de alojarme en una habitación doble y, de ser posible, con vistas a la calle (que luego resultaron ser vistas parciales a la Torre de Londres y al Tower Bridge); entiendo que eso está sujeto a disponibilidad pero sin duda contribuyó a que la estancia fuese, si cabe, más agradable. La habitación king que me asignaron era amplia, con (posiblemente) una de las camas más cómodas en las que haya dormido y unas almohadas extraordinarias; con una silla igualmente cómoda con reposapiés, juego de té/café que incluía una máquina nexpresso y agua mineral de cortesía (que reponen a diario). Hay suficientes enchufes como para que la conectividad esté asegurada, incluyendo un valiosísimo enchufe de dos clavijas (el estándar en España) que hizo que mi adaptador se quedase permanentemente en la maleta. El armario constituyó una de las mejores sorpresas, con una docena de perchas "de las de toda la vida" que puedes sacar por completo del armario y que no disponen de ese incómodo gancho que las sujeta para evitar que alguien se las lleve; dentro del armario una caja fuerte, cajón con zapatillas y secador de pelo, tabla y plancha para la ropa y un conveniente paraguas (que en Londres puede hacer falta en cualquier momento). Bajo la cama y la zona de estar hay moqueta, pero buena parte de la habitación cuenta con parquet, punto igualmente a favor, pues me parece más higiénico. En cuanto al aislamiento es, simplemente, extraordinario. Apenas se escucha el ruido procedente de la calle (en una ciudad con un tráfico denso y sirenas sonando a menudo). El baño dispone de mucha iluminación, un espejo de aumento, las amenities habituales y una ducha de un tamaño más que razonable con una presión excelente y unos grifos automáticos que funcionan a través de botones que me encantaron. Desayuno incluído en la tarifa: reservé una habitación con desayuno que incluye un pequeño buffet compuesto de quesos, un poco de embutido (cuatro variedades tanto de queso como de embutidos), cuatro tipos de zumo (todos envasados), pan de varias clases, cruasanes, napolitanas y mini magdalenas, yogures, fruta fresca en trozos o piezas y cereales de varias clases. A mayores hay opción de pedir algo cocinado en el momento, smoothies o zumos variados, pero todo eso ya, con cargo. Si bien la selección del desayuno incluído es buena, eché de menos zumo de naranja natural y exprimido en el momento, algo que ofrecen muchos hoteles españoles no sólo de la misma categoría, sino incluso bastante inferiores. Cierto es que en Londres es algo que, en general, yo no he visto. En cualquier caso desayuné bien todos los días y fui perfectamente atendida, con camareros amables pero no intrusivosde quienes destaco especialmente a Adriana, aunque todos con los que me crucé fueron igual de amables. Debo señalar que el café que ofrece el hotel es tostado por ellos mismos en las propias instalaciones y está MUY bueno, tanto el que sirven en el desayuno como el cappuccino que tuve ocasión de probar en la cafetería del hotel. Se sienten orgullosos del mismo y, en mi opinión, con razón. La única nota negativa de mi estancia fue la limpieza de la habitación, por momentos superficial. Si bien el baño lo dejaban impoluto a diario, no puedo decir lo mismo de la habitación. La primera noche al descalzarme un fragmento de algodón se desprendió de uno de mis calcetines y un minúsculo trozo de papel me cayó al suelo junto al armario. Dispuesta a comprobar si la habitación se aspiraba en algún momento, debo señalar que permanecieron allí durante los tres días que estuve alojada en el hotel Entiendo que el servicio de limpieza de habitaciones va muchas veces contrarreloj para poder hacer su trabajo, pero creo que en este caso, es mejorable, porque además, el día de mi partida en las mesillas había un poco de polvo. Eso sí, igual que digo una cosa señalo que el baño quedaba siempre impoluto y que la limpieza en las áreas comunes me pareció excepcional. Dispone de un restaurante (Provisioners), un café y un bar de cocktails, aunque sólo fui al segundo brevemente para tomarme un delicioso cappuccino y del que me llamó la atención que en la mesa que recorre el enorme ventanal con sillas individuales, hay muchos enchufes por si alguien quiere entretenerse o trabajar con el portátil o la tablet mientras disfruta de un café o un snack. Si bien parte de la construcción es moderna conserva todo el sabor del edificio histórico que ocupa, un antiguo juzgado del que ves muestras decorativas por todas partes, como el imponente hall, las puertas de algunas celdas, los bancos donde se sentaban los reclusos magníficamente restaurados y formando parte de la decoración (a veces en sitios inverosímiles, como las paredes) o las llaves de las celdas (algo con lo que sigo fascinada) como parte de la decoración de los ascensores de la planta baja. Pasear por el hotel en ese sentido, simplemente, es una delicia. En resumen, acabo de irme y ya estoy deseando volver.…
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