Si buscas un hotel romántico en Estrasburgo, no te pierdas Hotel Le Bouclier d'Or.
Para aquellos interesados en visitar puntos de referencia conocidos durante su viaje a Estrasburgo, Hotel Le Bouclier d'Or se encuentra cerca de Eglise Saint-Thomas (0,1 km) y Pont Couverts (0,3 km).
Las habitaciones de los huéspedes incluyen televisor de pantalla plana, minibar y aire acondicionado, y Hotel Le Bouclier d'Or te ayuda a que estés conectado, ya que dispone de wifi gratuito.
También puedes aprovechar algunos de los servicios que ofrece el hotel, como recepción abierta 24 horas, conserje y servicio de habitaciones. Además, los huéspedes pueden disfrutar de jacuzzi y desayuno durante su visita. Otra ventaja añadida es que hay aparcamiento público de pago cerca disponible para los huéspedes.
Los viajeros que quieran ostras pueden acudir a L'Alsace a table o Brasserie Floderer. Si no, puedes dirigirte a un restaurante de comida francesa como La Cloche à Fromage, Maison Kammerzell o Brasserie Les Haras.
No faltan cosas que hacer por la zona: explora populares museos de arte como Musée de l'Œuvre Notre-Dame, Musee d'Art Moderne et Contemporain y Musee Des Beaux-Arts.
El personal de Hotel Le Bouclier d'Or está deseando atenderte durante tu visita.
El cuarto familiar es extraordinario, es amplio y cuenta con dos baños perfecto para una familia de 4 personas, ademas es bonito y muy silencioso. El personal amable, el desayuno muy bien y la zona del spa agradable. La ubicación es muy buena y el personal amable. la decoración de las zonas publicas del hotel no me gusto algunos promocionales de Moet Chandon y de cremas, las flores artificiales y los focos en los arboles artificales del patio me parecieron curisis y poco elegantes.
La dueña del hotel es una hija de españoles que dirige con gran acierto y muy de cerca este precioso lugar, situado en la mejor parte de la ciudad. No es un hotel barato, pero el precio es ajustado al servicio. Cuidaron de nosotros como si fuéramos de la familia. Habitaciones decoradas con mucho gusto, baños impecables, desayuno variado y de calidad, y personal atento e hispanohablante en su mayoría (mención especial para Christian, Muchas gracias!). En fin, muy recomendable.
Pasamos mi pareja y yo una noche como un plan romántico/de desconexión de rutina, y la verdad es que es espectacularmente bueno para eso. Los cuartos son impresionantemente amplios, decorados de manera rústica, bien equipados y muy agradables. La secretaría tiene gente atenta (con alguna excepción puntual en cambio de turno), dispuestos a explicar en inglés a los turistas sin grandes problemas (contaré como anécdota que la secretaria pasó 15-20 minutos al teléfono para explicar a una persona mayor extranjera cómo llegar al hotel usando todas las expresiones que podía para comunicarse eficientemente). El desayuno buffet espectacular, en un salón muy pequeño pero acogedor, con variedad de dulces y algun que otro plato de cocina, varias bebidas, frutas y postres. Un servicio de bar muy atento para servir bebidas y explicar lo que tienen. Y por último, pero no menos importante, incluyen un spa en su subsuelo, pequeño pero con las instalaciones necesarias para conseguir relajarte maravillosamente. Quizás com pega está que, al ser pequeño, si se junta dos o más parejas empieza a resultar incómodo, pero si tienes la suerte de estar solo (abren hasta las 22:00) lo disfrutarás mucho. Lo dicho: una manera maravillosa de desconectar de la rutina del día a dia, poder dormir en un cuarto elegante, tener un buen desayuno y relax en un spa, y todo en el corazón de la Petite France de Estrasburgo. No se puede pedir más. De precios, es caro, pero buscando ofertas de escapada de fin de semana, el precio es más que asequible (pagamos 150 por una noche para dos, con spa, desayuno buffet y dos copas de vino alsaciano por la noche, algo más que aceptable). No dejaré de recomendarlo para ese tipo de escapada, porque vale mucho la pena.…
Un hotel Muy bien ubicado, caminando se llega a la Pettit France y a cualquier lugar turistico dentro de la ciudad. El lobby es sumamente pequeño pero el personal es sumamente atento y eficiente. El desayuno es bueno sin haber mucha variedad, aunque cocinan los huevos al gusto. La habitación de buen tamaño, insonorizada, decorada con excelente gusto, el baño de muy buen tamaño y con todas las amenidades incluidas. El servi bar con las bebidas no alcohólicas gratis. Lo mejor son las camas!! Sumamente cómodas!!!! El servicio en el spa hay que reservarlo con anticipación ya que no se encuentra el personal ahi todo el día.
Este hotel es bastante bonito, cómodo y muy orientado a SPA, lo cual no estábamos buscando. Por lo tanto un poco car para lo que queríamos. Su ubicación no es espectacular, se encuentra entre la parte antigua (la catedral) y la pequeña Francia, a unas 5 cuadras de cada una. Su entorno es muy bonito y típico de Estraburgo. Para llegar en auto es incómodo, dado que las calles están solo para peatones y hay que solicitar permiso por citófono, en una barrera a varias cuadras del hotel. Posiblemente sin lluvia podría haber sido una experiencia mejor.
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