Si buscas un hotel con encanto en Collioure, no te pierdas Hotel La Bona Casa.
Al contar con muchos conocidos puntos de referencia en las inmediaciones, como Points 2 Vue (0,3 km) y Moulin de Collioure (0,6 km), los huéspedes de Hotel La Bona Casa tienen la oportunidad de visitar con facilidad algunas de las atracciones más populares de Collioure.
Las habitaciones de Hotel La Bona Casa ofrecen aire acondicionado, y los huéspedes pueden estar conectados con wifi gratuito.
Además, durante la estancia en Hotel La Bona Casa los huéspedes tienen acceso a tiendas y tienda multiservicio.
Mientras estás aquí, asegúrate de ir a L'Arbre du Voyageur, uno de los restaurantes de comida asiática de Collioure que se encuentra cerca de Hotel La Bona Casa.
Si buscas algo que hacer, The Royal Castle (Château Royal) (0,1 km), Tumba de Antonio Machado en el cementerio de Collioure (1,9 km) y Quartier du Mouré (0,3 km) son buenas maneras de pasar el tiempo y puedes llegar andando desde Hotel La Bona Casa.
El personal de Hotel La Bona Casa está deseando atenderte durante tu visita.
Para pasar una noche esta bien pero un poco caro por el tamaño de la habitación y los servicios que ofrece. La cama es adecuada y el baño también. En cuanto a la ubicación es perfecta, el problema es aparcar en las inmediaciones pero hay parkings.
Lo mejor, la atención de Elena, la dueña, súper amable, siempre está dispuesta para dar informaciones y recomendaciones. Todo muy limpio, céntrico y muy tranquilo. Desayuno muy completo (no continental). Entrada/Salida libre 24h. Lo peor, las dimensiones, todos los espacios son estrechos y el precio, la zona es cara.
La habitacion contratada estaba situada en un patio interior, Nadal de intimidada, un auteéntico zulo, pequeña són espacio apenas. Nos marchamos sin ocupar la habitacion. Una experiéncia irrepetible, no volveremos jamás.
Una ubicación excepcional igual que la limpieza. El hotel más ruidoso en el que he estado. Es una casa antigua convertida en hotel, todos los suelos y escaleras son de madera, así que todo cruje. Nosotros estamos en la primera planta, con lo que oíamos todos los movimientos de la habitación de encima, cada vez que alguien suba o bajaba por la escalera. Las paredes son delgadas, así que también oyes a los huéspedes de las habitaciones contiguas. Ruidos cada tarde cuando montan el comedor para el desayuno, parece que ARRASTRAN LA VAJILLA. El lavamanos esta pegado a la cama y el baño es minúsculo. Durante la noche no hay servicio de recepción así que si tienes alguna queja o problema tienes que solucionarlo tu mismo. A nosotros la calidad precio, no nos compensa.
Hotel pequeño, antiguo pero bien reformado, decorado con aires naif-vintage, que sólo cuenta con 11 habitaciones distribuidas en 2 alturas (sin ascensor, no apto para personas con problemas de movilidad), súper acogedor, muy bonito, limpio, sin grandes pretensiones. La habitación era amplia, muy “cuca” y la cama era cómoda. Por ponerle “un pero”: El check in es bastante tarde (15:00) y el check out temprano (se sale a las 11:00) y que el cierre de la ducha es una cortina, no mampara. Sinceramente, yo volvería a este hotel.
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