Si buscas un hotel para familias en Gijón, no te pierdas Hotel Principe de Asturias.
Al estar cerca de los puntos de referencia más conocidos de Gijón, como Basilica Del Sagrado Corazon (1,1 km) y Parroquia San Pedro (1,1 km), Hotel Principe de Asturias es un magnífico destino para turistas.
Las habitaciones de los huéspedes incluyen televisor de pantalla plana, aire acondicionado y minibar, y Hotel Principe de Asturias te ayuda a que estés conectado, ya que dispone de wifi gratuito.
También puedes aprovechar algunos de los servicios que ofrece el hotel, como recepción abierta 24 horas, conserje y servicio de habitaciones. Además, los huéspedes pueden disfrutar de bar durante su visita. Otra ventaja añadida es que hay garaje para aparcar disponible para los huéspedes.
Cuando estés en Gijón, es posible que te apetezca probar costillas en algún restaurante cercano, como Parrilla Muño.
Durante tu viaje, no te olvides de ir a ver lugares históricos populares, como Barrio de Cimadevilla, Termas Romanas de Campo Valdés y El pozo de la Barquera.
El personal de Hotel Principe de Asturias está deseando atenderte durante tu visita.
Hotel cómodo y fabulosas vistas, la ubicación inmejorable, nos asignaron una comodisima habitación y espaciosa, atención buenísima por parte del personal de recepción. El parking es uno concertado con el hotel que aunque hay que dejar las llaves dispensaron también una gran amabilidad. Sin duda alguna para repetir.
Hotel que tiene cuatro estrellas, pero no llega ni a una. Muy bien situado, pero no tiene ningun servicio, el ascensor diminuto, no puedes tomarte ni un sanwich, las habitaciones espartanas, ni colchas en las camas, de mesilla una tabla, horrible todo. El personal de recepcion antipatiquisimo. Para no volver. No me explico como tiene cuatro estrellas.
Hotel con vistas a la playa, posicion privilegiada. Nada más entrar en la habitación un calor sofocante. Al ir a dar el aire acondicionado no lo encontramos. Llamamos a recepción y nos dicen que las habitaciones con vistas al mar, por las que tuvimos que pagar un suplemento, no tienen aire acondicionado, que nos pueden dejar un ventilador o cambiarnos a una habitación sin vistas al mar, que si lo tiene. Es la primera vez en 30 años viajando que un hotel de cuatro estrelllas NO TIENE AIRE ACONDICIONADO, a pesar de que lo anuncia. No nos lo podiamos creer. Fueron tres días nublados y lluviosos y aún así pasamos calor, ventana habierta las 24 horas del dia... Ademas el tipo de acristalamiento de toda la fachada, además de dar calor, parece que amplifica el ruido exterior. Se oye el mar perfectamente, eso es bueno, lo malo es que se oye también cada estornudo, camión o lo que suene delante, estábamos en la 5 planta. Por lo demás habitación cómoda y limpia. El baño carece de espejo de aumento y brinda pocos productos (no hay peine, ni cepillos de dientes, maquinilla desechable...) Los vasos del baño SON DE PLASTICO DESECHABLES. De los servicios de los "vecinos" se oye todo, demasiado. Las habitaciones tienen doble puerta y aislan bien del pasillo. Desayuno variado en planta 9 con muy buenas vistas. …
La ubicación es excelente, enfrente de la Playa de San Lorenzo. Buenas instalaciones, la habitación de tamaño acorde a su categoría, buena limpieza, y buena atención en Recepción por parte de sus profesionales. El Hotel en sí no dispone de parking propio, pero tiene concertado uno muy cerca. Y si no a muy pocos metros, hay un parking público previo pago. Un excelente Hotel. Muy cerc la zona comercial y el Casco Antiguo. Excelente y muy recomendable
Tengo que agradecer en primer lugar, y sin que se me olvide, el gesto que tuvo el hotel de, en una reserva con dos habitaciones una vista al mar y otra no, proporcionarnos dos con vista al mar, sin cargo alguno (las habitaciones con vista al mar, valen más). Sin nosotros solicitarlo y sin esperarlo (claro está), al llegar dijeron que nos daban las dos con vista al mar. Lo agradezco y fue una alegría. Continuando: mirando en un plano, da la impresión que el hotel está lejos del centro y así nos parecía (incluso pensamos en coger el coche, para ir allí), pero una vez que comienzas a caminar a la vera del mar, se hace muy corto y en tiempo lo es: unos 15 minutos a los Jardines del Náutico a paso normal-lento y si vas a paso rápido, seguro que llegas al ayuntamiento antes. Las habitaciones tienen buena calefacción y el mobiliario es muy moderno y cómodo (y una TV bien grande). Los ventanales te permiten ver el mar, sin ni siquiera abrir la ventana, ya que tienes cristal de arriba a abajo: te sientas en la butaca, con la luz apagada de noche y es un placer, o incluso desde la cama. Hay un parking 24 horas, justo detrás, pero también tienen ellos uno concertado al lado. Ofrecen desayuno, en la planta 9, pero hay una cafetería al lado, si se desea. La chica de recepción fue muy simpática y nos atendió muy bien en todo lo que necesitamos. Hay que pagar nada más llegar, eso sí.…
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