Este hotel de 4 estrellas está muy bien, buena habitación, buen baño, buen cama y almohada, buenos amenities, y excelente ubicación en la ciudad de Nápoles. Hay que mejorar la señalización a los accesos ya que el hotel se encuentra en un 1r piso de un edificio de las galerías Umberto que cuesta muchísimo de encontrar. Se debe tener en cuneta que los taxis no pueden acceder hasta la puerta de la calle y que hay un ascensor viejísimo que tarda una eternidad. El desayuno buffet muy flojito, por no haber ni zumo de naranja (y ya no apuesto por el natural).. No vale la pena desayunar en el hotel. También se hecha en falta una salita o unos sofás para poder esperar o pasar un ratito.
Cuando llegas a la dirección del hotel y ves que estas en una plaza pequeña, con restaurantes y no ves el hotel, te asustas pero.....ves un letrero con el nombre del hotel en un portal antiguo, nada glamuroso....subes en un ascensor viejo, muy viejo, al primer piso y todo cambia. Es un hotel minimalista, que cuida los detalles hasta el extremo (detalle bienvenida, detalle despedida). Habitaciones grandes, cama grande, baño espectacular....desayuno no muy variado, pero productos muy buenos (pastelería de lujo, zumos exóticos...) y el personal, fantástico, muy atentos, pendientes del clientes. El unico "pero" por decir algo, es que las ventanas dan a la Galeria y no se ve el cielo, pero es algo diferente y desde luego sin ruidos. Lo dicho: una joya escondida!!
Hace dos días regresé de mi viaje a Nápoles. Una estancia de seis días en este excelente hotel. Un hotel comodísimo , moderno, acogedor, limpísimo y con una situación inmejorable. Mención especial merecen todos los trabajadores de este establecimiento que con su amabilidad, buena disposición, trato y profesionalidad consiguieron que nos sintiésemos como en casa. Muchas gracias a todos ellos. Volveré a esta magnífica ciudad y sin ninguna duda me alojaré en el hotel Matilde.
Estuvimos en Nàpoles,del 28 de diciembre de 2019 al 2 de enero de 2020, un grupo de 8 amigos con la intención de disfrutar de esta ciudad y elegimos el hotel Matilde.Fué un gran acierto en todos los sentidos.Estupendo hotel situado al lado de la Plaza del Plebiscito,en pleno centro,pero totalmente silencioso.Todas las habitaciones limpisimas,el desayuno muy bueno y la amabilidad y profesionalidad de TODOS los empleados fué increible.Muchas gracias a todo el personal del hotel por hacernos disfrutar tanto de nuestra estancia en esa maravillosa ciudad.Volveremos.Un hotel 10.
Llegamos por tres días a Nápoles para el cumpleaños de mi esposa y eso fue increíble. ¡Gran hotel! Habitación enorme, muy tranquila, bonita y cómoda. Desayuno sabroso, mejor ubicación (en via toledo), muy agradable y buen personal y servicio
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