Descubre por qué tantos viajeros ven Boutique Hotel Donauwalzer como el hotel ideal cuando visitan Viena. Además de aportar la combinación ideal de calidad, comodidad y ubicación, ofrece un ambiente para familias con una amplia variedad de servicios diseñados para viajeros como tú.
Donauwalzer ofrece una gran variedad de servicios en la habitación, como televisor de pantalla plana y minibar, y puedes permanecer conectado, ya que hay wifi gratuito disponible.
El hotel ofrece recepción abierta 24 horas, conserje y registro de entrada y salida exprés, para que tu estancia sea incluso más agradable. El establecimiento también cuenta con sauna y desayuno. Los huéspedes que lleguen en coche tienen acceso a aparcamiento.
Los puntos de referencia de los alrededores, como Mariahilfer Strasse (2,1 km) y Vienna Pass (2,1 km) hacen de Boutique Hotel Donauwalzer un magnífico sitio donde alojarse durante un viaje a Viena.
Los viajeros que quieran gyros pueden acudir a Restaurant Mythos Fisch und Lamm, Veggiezz o Restaurant Orpheus. Si no, puedes dirigirte a un restaurante de marisco como Marcodi, Konoba o Sakai.
Durante tu viaje, no te olvides de ir a ver monumentos y estatuas populares, como Volksgarten, Maria Theresia Denkmal y Cafe Gloriette.
Estamos seguros de que disfrutarás de tu estancia en Boutique Hotel Donauwalzer mientras descubres todo lo que Viena tiene para ofrecer.
Muy bien comunicado con el centro gracias al tranvia que pasa justo por delante de su puerta. Desayuno muy bueno. El único problema es que pasamos muchisimo frio ya que no funcionó durante toda nuestra estancia el aire acondicionado. Habitación muy bonita.
El personal del hotel fue muy amable. La ubicación buena, en una calle tranquila y cerca de bares y restaurantes. Lo mas soprendente son los almuerzos. Muy buenos. Un buffe libre con gran varidad de comida dulze y salada. Y en los fines de semana musica suave en directo (violin y piano).
Bonito hotel. buena decoración, una entrada muy chula. Alguna habitación esta pendiente de renovación. En la que yo me quede, no era de la nuevas. Camas cómodas. El desayuno era variado, muy elaborado. Era buffet. Ir hasta el centro es un paseo. Así vas disfrutando de esta bonita ciudad, Viena, limpia, tranquila, llena de historia.....
En principio íbamos a venir con nuestro hijo de 3 años, el hotel estaba todo preparado para acoger al niño, muchos detalles bonitos como lápices para pintar, cuna bien equipada, chocolatinas encima de las almohadas. A pesar que parece seguir de obras en la fachada no hemos tenido molestias. El desayuno muy copioso y variado, se adapta a todas las necesidades ( sin gluten/ productos bio....) y muchas cosas caseras
Muy buena la atención del personal e inclusive tuvimos contacto con los propios dueños que se acercaron a escuchar nuestra opinión sobre el hotel y a averiguar cómo estábamos pasando, la verdad que el desayuno es impecable y variado, muy Gourmet y delicado!
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