Es un hotel de diseño, pensado por diseñadores vanguardistas, con el cual incluso habrán ganado algún premio, pero no está pensado para que sea práctico. No han pensado en el usuario, o lo han hecho poco. No es mal hotel, al contrario, seguramente, es de momento el mejor de la isla. Instalaciones nuevas, camas y habitaciones muy grandes, limpias y claras. El servicio es amable, diligente y en ocasiones hace lo que puede. Vamos a entrar en detalles, las duchas que son espectaculares, tienen un par de defectos, el grifo que regula la temperatura está a un metro y medio de la regadera, con lo que es complicado regular con acierto la temperatura del agua, además existe el peligro real de resbalar al tener que desplazarse con el suelo mojado. Los enchufes de pared, desubicados, quizás en otros puntos serian más útiles, habría que analizarlo con calma. Los motores de la piscina interior, están justo debajo de las habitaciones contiguas. Imposible descansar. Hay que quejarse para que los paren, por lo menos de noche. El desayuno lo sirven a la carta, pero tardan un poco en reaccionar y en ocasiones si hay mucha gente en el comedor la espera se alarga. Mejor reservar, menú y hora, la noche anterior para que lo preparen. De todas formas lo servido en el desayuno, es de calidad, bien presentado y preparado. Como contrapartida, están situados en el filo de la playa, donde descansan leones marinos, iguanas, cangrejos, etc. Un espectáculo digno de las Islas Galápagos.…
El hotel tiene muy buen servicio , con personal local , promueven todo lo nacional , eso es muy bueno para nosotros los turistas , ya que aprendemos más de su cultura, es 100 % recomendado , para toda la familia . Disfrutenlo
Estuve con mi señora y mis hijos ( 10 y 12 años) . No esperaba la perfecta infraestructura del hotel, el espectacular restaurante con productos orgánicos de la isla presentados en una carta variada con un alto nivel, el excelente servicio ( tantos para destacar..Vanessa, Antonio, Hideyo, María, Martha, Andrea, Ximena, en fín....) entrenados por Luciana Bianchi y su equipo, los buenos vinos, las confortables habitaciones, los espectaculares atardeceres ( es muy recomendable tomar una habitación con vista al mar), la preciosa vista a la bahía y la infaltable compañía de los tiernos lobos de mar. Un viaje inolvidable definitivamente.
La situación, la amabilidad , el servicio i todo lo que esta en el hotel el el fiel reflejo de Galapagos. Naturalidad, elegancia, tranquilidad y muchas mas cosas que lo hacen único. No se puede explicar hay que vivirlo
El hotel Golden Bay tiene un buen servicio trabajan con gente local joven, promueven el uso de productos locales en sus menús del restaurante, los servicios del hotel son buenos, habitaciones muy cómodas. Frente al hotel hay una playa donde se pueden ver lobos marinos todo el tiempo y el área es tranquila. Recomendado !
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