El hotel se encuentra estratégicamente ubicado a orilla del Lago San Pablo, un hotel muy pintoresco no solo por el paisaje, sino por su infraestructura, jardines y áreas verdes. Cerca de lugares turísticos como Otavalo, Cotacachi, Atuntaqui, Ibarra, etc. Fuimos recibidos cordialmente, el chequeo fue rápido, nos entregaron nuestra habitación matrimonial por 2 noches. La habitación cuenta con TV por cable, cama queen, 1 velador, 1 sofá cama, chimenea, closet y baño. La habitación es cómoda, con decoración mayoritaria en madera, en la parte exterior tiene una especie de "terraza" con sillas y una pequeña mesa. El primer aspecto en contra es el pésimo servicio de wifi en habitaciones, no siempre está disponible y cuando lo está es demasiado lento. El desayuno que incluye la…
He intentado sostener una cadena de e-mails con dos representantes diferentes para realizar una reserva para bodas para el mes Septiembre de este año y en cada ocasión he tenido que esperar SEMANAS para una simple respuesta, e incluso sin más, dejaron de contestarme en ambas ocasiones. Llevo casi UN MES esperando por ustedes. Qué molesto para un cliente, que en esta era de las telecomunicaciones, no puedan sostener una comunicación adecuada para su negocio. En este punto estoy realmente cansada de pedir una atención eficiente y a la altura de parte suya. Qué pena que no sepan cuidar un potencial cliente.
Lugar muy agradable si uno quiere pasar unos dias lejos de la ciudad y compartiendo con la naturaleza. Las habitaciones muy comodas, amplias y acogedoras. El entorno precioso todo verde y al lado del lago. El personal muy amable para hacer una estancia especial. Nosotros teniamos auto lo que facilita la movilización pero hay varios lugares turisticos cerca para realizar distintas actividades. Otavalo a diez minutos. Solo estuvimos una noche ya que ibamos de pasada, pero sin dudas un lugar para volver.
Tenía mucho tiempo queriendo ir y no había podido pues yo vivo en la costa, pero este finde pude visitar el lugar. La vista es hermosa porque estás al pie del lago prácticamente. Su restaurante es lindo con un menú variado y muy rico de sabor. La atención maravillosa, el lugar completo en sí es hermoso con flores con vegetación bien verde, bien cuidado. Te reciben otavaleñas vestidas con su vestimenta típica y están pendientes de lo que necesites. Los precios de un plato fuerte están entre 12 y 20 dólares. El lugar me encantó!
Un tiempo de paz, de paseo con la familia, de estar en comunidad con la naturaleza y las tradiciones de imbabura. Es un lugar genial rodeado de vida, excelente comida en su restaurante y un servicio muy calido
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