Es una hermosa hostería, muy bien ubicada, a dos cuadras de la playa e igual del centro comercial. Es un establecimiento para adultos, que posee una cabaña separada donde aceptan mascota. Muy amables en recepción. La habitación nos resultó cómoda. Hermosos los jardines que rodean la hostería, rosales, lavandas; un par de sectores con sillones para descansar o tomar algo. Linda la pileta, aunque no sé si la hostería estuviera llena, no sé si resultaría pequeña. Muy rico el desayuno, y en la hostería funciona un resto que abre para merendar o cenar.
Imposible descansar en la habitación triple (La Rambla) hasta que no arreglen el tema con la bomba presurizadora que está en la sala de máquinas justo al lado de la habitación. Es una tortura!! La bomba se prende cada 5 minutos o menos y hace ruido por 10 segundos aproximadamente, día y noche!! Me quejé en recepción y me contestan que consultaron con Silvina, la dueña, y que no pueden hacer nada al respecto, ni apagar la bomba siquiera de noche, "ya que no contamos con tanque elevado y nos quedaríamos sin agua en toda la Hostería si apagáramos la bomba presurizadora"!! Sugiero que no alquilen esta habitación hasta solucionar este problema grave, uno quiere ir a descansar y es realmente imposible con esta bomba funcionando día y noche!! Aclaro expresamente que esto me pasó a principios de febrero del 2022 en la habitación triple, ubicada en el sector de atrás, no sé si esto se escucha desde otra habitaciones pero por el comentario de alejandrop752 supondría que sí. A pesar de que la Hostería es linda, con un muy buen desayuno, no puedo recomendar a nadie que se quede en la habitación triple (la Rambla) hasta que no arreglen esto. Al final, me tuve que ir de la Vieja Hostería a otro hotel en Pinamar, donde sí pude descansar.…
Volvemos siempre, por la calidad del lugar, la ubicación, la calidad de su staff, te hacen sentir como en casa, un lugar con historia y con presente. Precios accesibles para todo lo ofrecido. Cuenta con estacionamiento propio, pileta con solarium, dos pergolas con mesas y sillas para tomarse unos mates.
Es un robo. Los precios versus la comida ofrecida. Como si fuera elaborada en oro. Calidad regular. Demora mucho en atender. Atención regular no del mozo que hace lo imposible pero lo dejan solo. El lugar está bien ambientado pero el restaurante y su dueño malos
Estoy en el departamento "Sudestada" muy cómodo y con buen diseño. Tiene dos problemas, uno bastante grave. Debajo de la ventana de la habitacion está el motor del extractor del retaurante que encienden a las 16hs y no para hasta las 24hs . En ese horario es imposible descansar. El segundo problema es que también en la habitación de este departamento no llega el WiFi, es el único lugar del hotel donde no me puedo conectar. Lo más grave es que fui a hablar con la dueña Silvina la cual me trató de una forma hostil y me dijo que nunca se habían quejado. Es una pena que un hotel pequeño tenga este tipo de problemas. Ojalá puedan cambiar de actitud para que los próximos huéspedes puedan disfrutar y no estar pendientes de un motor.
¿Es el propietario o administrador de este establecimiento? Solicite su perfil gratis para responder las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.
Solicitar su perfil