Sensación de encontrarte en una película, en plena naturaleza . Paisajes increíbles, con muchas rutas/excursiones que hacer por cuenta propia u organizadas. Playa preciosa. El hotel es muy acogedor , con un personal de 10. Daniel es magnífico.La cocina es sorprendente, platos exquisitos y variados. Amaneceres y atardeceres preciosos Sin duda repetiríamos
Inicié mi reserva comunicándome directamente con la pagina web del Hotel, me contactó la Dueña Jolanda; ya desde el inicio ella fué muy atenta y me brindó toda la información necesaria para nuestro viaje, me organizó el traslado de Sierpe y tour a Corcovado, desde el principio genial. El hotel esta en una playita privada a 5min en bote del centro de Drake, el bote te deja justo en la playita sin ninguna complicación, el personal del hotel se encarga del equipaje, tu no te preocupas por nada, el hotel esta en una colina con vista al mar, el hotel es de ensueño, rodeado de naturaleza virgen, playa privada, senderos para visitar ríos y cataratas asi como visitar otras zonas cercanas, en los caminos te topas con cantidad de monos, pájaros, aves marinas, mariposas, y mucha diversidad. A nuestra llegada nos recibió Federico quien es el administrador del Hotel, el hace una enorme diferencia, desde que nos recibe nos da una cálida bienvenida, nos da buena información sobre todo lo que hay por hacer, senderos, tours, información detallada del hotel, el es una excelente persona muy atento y su única preocupación en nuestra atención y comodidad, ya nos sentíamos como en familia, nos muestras nuestras habitaciones, ofrece cafecito recién chorreado tostadas francesas, un trato personalizado siempre con una sonrisa. Las habitaciones: Grandes, limpias, acogedoras, de madera rustica bien cuidadas, baño grande y apto para personas con movilidad reducida , en nuestro caso que fuimos en Familia con mi Mama de 76 años, ella nunca tuvo inconveniente en nada, accedo cerca al comedor con todo lo necesario para pasarla bien. Las habitaciones tienen vista al mar y rodeadas de jardines bien cuidados. La parte mas bella y acogedora sin duda es el Comedor que es el punto de encuentro luego de regresar de los tours o caminatas, tiene vistas excelentes del mar, sillas mecedoras y ahi te pasas buen rato simplemente relajándote. Las comidas están incluidas: El Chef Eduardo cocina verdaderamente delicioso, cada día nos sorprendía con excelentes platillos servidos con gusto, platos de buen tamaño comida de calidad. Eduardo merece un 100% por su esmero y dedicación. Hay platillos para todos los gustos. Sin duda el lugar es un paraíso pero la amabilidad y calidez de su gente lo hace aun mas hermoso, deseando volver pronto con todo el resto de la familia. Nota sobre el Covid: Había lavado con abundante jabon y alcohol en gel, antes de ingresar a las instalaciones era necesario lavado de manos, el personal siempre uso mascarillas, en los baños de las habitaciones había también alcohol en gel. Respetan los protocolos.…
Estábamos haciendo el paseo de Drake a Playa San Josecito y nos encontramos con este Paraiso. La desconexión del mundo comparada con estar en Drake es impresionante y las vistas / entorno son espectaculares. El precio es algo más caro que en Drake pero incluye media pensión.
Estar en Las Caletas Lodge ha sido la experiencia más hermosa del viaje. Un paraíso en mayúsculas. Está totalmente integrado en la selva, con unas pocas cabañitas y "edificio central" muy rústicos con un ambiente que irradia tranquilidad, naturaleza y paz. Es un estilo muy familiar en que los pocos comensales que hay comparten comidas en el "salón" y el propietario, David, entabla rápidamente conversación animada con cualquiera que lo desee. El chef, Jason, és un verdadero maestro en distintos estilos de la cocina y cada dia prepara unos platos originales y riquísimos, con ingredientes típicos, frescos y presentados con mucho arte y amor. Entre los dos hacen que el hospedaje sea absolutamente confortable, familiar y amistoso. Si uno lo desea, le contactan con distintos operadores que le llevan a realizar actividades. Sinó, el relax está garantizado, se ve mucha fauna desde el mismo balconcito de la habitación o del salón y la playa no tiene pérdida, con hermosa fauna marina si uno le gusta realizar snorkel. Y para los aventureros, también se puede llegar a Drake (el pueblo) a través de unos senderitos muy hermosos que van bordeando la costa en cosa de 1h - 1h30'. Lo peor de todo, és el dia que toca irse y uno se deja un pedacito de corazón allí, con 1000 ganas de volver algún dia. Irene (Barcelona, España).…
Este hotel tiene unas características muy especiales. Se encuentra alejado de todo, con acceso por mar en bote, el viaje desde San José es largo pero vale absolutamente la pena. Para descansar y desconectarse del mundo por unos días es el lugar ideal. Nuestra familia, dos adultos y un niño de seis años, primera experiencia como familia en el sur de Costa Rica, tuvimos la Honeymoon suite, una casita de madera con un pequeño porche en la base y un dormitorio en el segundo piso. La habitación estaba primorosamente limpia y cada mañana la encargada se ocupaba de mantenerla impecable. El equipo de cocina y limpieza son excelentes. Las vistas desde la casita al mar son impresionantes, el sonido de los animales por la noche, los monos aulladores por la mañana y la suerte de ver un espectáculo natural de luciérnagas, una experiencia inolvidable. A este lugar paradisíaco hay que agregar el talento de David, su propietario para hacer felices a sus clientes, ama y conoce su negocio, respeta la naturaleza y esto se nota en los detalles y la organización perfecta de las actividades que hacen este hotel un lugar acogedor y hermoso. El hotel cuenta con una cocina increíble. Jason el cocinero combina de forma ideal los trucos de la cocina moderna con los ingredientes de la zona. Tipp: El filete de atún fresco con salsa de piña y cebollas. Excelente. Recomiendo este lugar a personas aventureras que quieran conocer la selva en su estado más natural ‘de la mano’ de un equipo en el cual se puede confiar, sin prescindir del todo de un lugar acogedor y una cocina excelente, respetando el equilibrio ecológico del lugar. …
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