Nos hospedamos con mi familia 10 días! Casi nos quedamos sin habitación por un error en la reserva ya que no habíamos contratado cama para nuestra hija de 2 años (estar atentos, es como un pasaje de avión, debe abonar cama extra según normativas del país) y por suerte estaba presente la persona a quien me referiré luego nuevamente: Richard (el dueño).- Solucionó todo en 1 minuto, a su estilo, rápido y práctico. Nos asesoramos mucho antes de reservar analizando las referencias del hotel. Una debilidad era cierta (mala conexión WiFi) que luego se fue normalizando por refacciones llegando a funcionar correctamente los últimos días de nuestra estadía. Las habitaciones eran grandes, cómodas, con una impresionante, fascinante y sublime vista al Mar. De noche parecía que el Mar estaba dentro de la habitación, con las olas muy muy cerca y el reflejo de la luna en el mar que ingresaba por la ventana. Nos tocó la habitación 403 con vista al mar frontal y perpendicular, realmente un sueño. El desayuno es repetido pero sumamente completo, con una excelente atención y variadas opciones (no se renueva pero dispone todos los días de las variadas alternativas). Durante todo el día está el bar a disposición, la cocina y el excelente servicio, atención y disposición del "Serbio" (perdón que no sepa escribir su nombre, así que lo menciono por su nacionalidad).- Durante la noche se puede cenar en el hotel, y quien es el cocinero (nada menos que el dueño Richard). Tengo que contar que Richard nos hizo una cena privada en su restaurante con sus platos insignias, noche que no olvidaremos, donde además de dialogar con nosotros nos atendió en todo momento como si fuéramos parte de la familia. El Hotel ofrece estacionamiento descubierto, donde siempre hay lugar para el carro propio. Una pileta exterior colindante a la playa y al Mar. Si bien la playa es pública, directamente se sale de la habitación se pasa por el bar, y uno está sobre la playa. Muy cuidada, limpia y con excelentes personas. Nunca se llena, siempre hay lugar de sobra y generalmente está en ese sector la gente alojada en el hotel. Todo el lugar es cómodo, las habitaciones completas con todo: cafetera, heladera, microondas, vajillas, y demás. Baño grande y cómodo. Living, cama grande, un balcón grande, etc. etc. Es importante tener en cuenta que no cuenta con personal que hable español salvo contadas excepciones en personal de limpieza. En general Lauderdale difiere mucho de Miami en cuanto a la presencia de hispanos parlantes. En definitiva una estadía espectacular. Gracias a todos los integrantes del Hotel por su atención, sin dejar afuera a nadie; y muy agradecido por la cordialidad y el trato de Richard (su dueño).- Ojalá regresemos pronto...…
Fecha de la estadía: abril de 2016Ubicación
Servicio
Calidad del descanso
Tipo de viaje: Viajé con familiaConsejo sobre las habitaciones: Creo que todas miran al Mar! Realmente el Señor del Mar
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