Habitación pequeña pero con todo lo necesario para disfrutar del entorno de un pueblo precioso. Las habitaciones dan a una plaza con una fuente que transmite una tranquilidad enorme. Esta ubicado cerca del centro cercano a varios bares, restaurantes y negocios varios.
Al llegar estaban esperando por nosotros, ya que el horario de recepción es únicamente de mañana, a pesar de que mediante un telefonillo te puedes comunicar 24 horas con los propietarios. La habitación muy cuidada, tiene a tu disposición un hervidor de agua, microondas y cafetera de cápsulas que puedes comprar en la propia habitación, así como minibar a precios muy razonables (aguas de medio litro a 1 euro, refrescos a 2...). Las vistas de la habitación que nos tocó eran a la praza situada detrás del hotel, en la zona histórica, pero a pesar de las terrazas existentes, la insonorización es muy buena y no oímos nada al cerrar las ventanas. Lo único malo es que los propietarios hablan inglés únicamente, pero son muy atentos y amables.
El hotel es precioso, en una zona muy buena del pueblo al lado del ayuntamiento,nos alojamos en la habitación premium con vistas al mar, en la cual si volvemos a ir intentaríamos coger otra vez, muy acogedora y no le faltaba ningún detalle. La señora del hotel encantadora,habla poco español pero hace todo lo posible para entenderte, aún así si tuvierais alguna duda por la mañana está el chico que arregla las habitaciones que lo habla perfectamente. En definitiva volveremos sin duda Y por poner alguna pega, que es sin importancia decir que nuestra habitación no tenía persianas,por lo demás muy recomendado
Estuvimos con los niños estas fiestas y tenemos que destacar tanto la ubicación como la amabilidad del matrimonio que lo regenta. Un trato muy servicial. El hotel también estaba limpio y es silencioso. El desayuno es cumplido.
No me gusto mucho, primero el acceso es malísimo, esta ubicado en una calle con mucho trafico y no se puede aparcar, eso hace también que dentro de las habitaciones se oiga el ruido de los coches, el baño muy pequeño e incomodo. Al llegar no había nadie,(nunca hay) hay que pulsar un telefonillo y te responden en ingles, algo así como que en 10 min vienen, por tanto esperamos. La persona encargada solo habla inglés, muy sonriente pero de difícil comunicación.. Tampoco hay ascensor, mi habitación estaba en el ultimo piso, súper incomodo subir cargados con la maleta. Lo único bonito, la fachada.
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