No tiene entrada propia,debes atravesar el restaurante para ir a las habitaciones.22 por cien de recargo si pagas con tarjeta.La habitación muy bonita,si,pero oscura,tan oscura que los de la limpieza no ven las telarañas gigantescas que hay en los rincones,ni el polvo.Como son habitaciones interiores,las ventanas dan a zona de paso de gente y no puedes abrirlas el olor a cerrado y a polvo es horrible.Ni soy alérgica al polvo pero de madrugada empezaba a picarme la nariz y estornudar.Al estar dentro del restaurante la música a tope desde las 8 am a las 00h.Una noche a las 3 de la madrugada la dueña venga el grito con unos amigos y luego por teléfono. Parece que solo les importa el restaurante a los clientes del hotel que les den.Cuando por fin apagan la música toca la sinfonía de las persianas de hierro para arriba y para abajo.Un centro de tortura en toda regla.…
Cómodo para una corta estancia y muy bien ubicado en el centro de todo. El desayuno es muy básico y la habitación que nos dieron muy pequeña. Algo malo fue que al momento de hacer check out se nos olvidó el control del aire en la habitación y nos exigieron subir a buscarlo y entregarlo en recepción.
El hotel tiene una estética bonita, muy acorde a la moda actual de boho-hippy-vegan-healthy-supercool, pero no se dejen engañar, ¡es un auténtico horror! • 1. No aceptaron ninguna de las tarjetas de crédito que les presentamos, ni de banco europeo ni de banco norteamericano. • 2. EL RUIDO. No crean que el ruido es algo pasajero, aquí la música está 24 horas, vinimos de fiesta a Montañita pero jamás pensamos que no íbamos a poder dormir ni siquiera por la mañana. Incluso a las 8 am el altavoz con el reggaetón está pegado a los cuartos; es infernal. El propio hotel te entrega unos tapones de oído para que aguantes... solo queríamos llorar del cansancio y del sueño, con eso ya dejo bien claro el asunto. • 3. Que el restaurante sea chevere no implica que debas alojarte, muchos comentarios hablan de lo bueno de la comida. VAYA A COMER PERO HÁGASE UN FAVOR Y NO SE ALOJE AQUÍ, en Montañita todo está cerca, y justo este alojamiento tiene 50 bares a su alrededor las 24 horas.…
Una decisión bastante difícil de tomar ya que fue el último restaurante que visitamos por nuestra pasada en Montañita. pero muy conforme con el local, una atención muy agradable de unos chicos argentinos, un servicio cordial y recomendandonos las mejores opciones de lo que queríamos además de invitarnos a probar los sabores de helado disponibles, que por mi parte elegí el volcán de chocolate, la mejor opción para lo que estaba buscando, algo sabroso, no tan contundente pero una mezcla de calor y frio. todo muy bonito ademas de una perfecta decoración chill out patrocinado a grandes rasgos por la cerveza Corona.
La primera vez que comí en el Tiki Limbo fue en el año 2006, apenas tenía 16 años y también fue la primera vez que visitaba Montañita. Desde entonces, cada vez que visito el restaurante me sorprenden con sus nuevas creaciones y sus exquisitos platos. Realmente es el mejor restaurante en Montañita.
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