El hotel se encuentra ubicado justo antes de una zona de masiva llegada de turistas locales, lo que brinda una estadía en medio de tranquilidad. La atención es muy buena, variedad para el desayuno y estacionamiento vehicular. Muy buena opción de alojamiento.
El hotel Costa Mar cumple a cabalidad con la frase "atendido por sus propietarios". Mónica y Angelo se esmeraron por hacer de nuestra estadía una experiencia acogedora. Hacía varios años atrás que había estado en Coveñas (Sucre) y volver por descanso para pasar el final de año fue una buena decisión. Costa Mar es un hotel pequeño, rústico, que esta justo frente al mar. Sus propietarios hacen todo lo necesario para que las habitaciones estén siempre limpias, las camas arregladas, el desayuno es generoso y rico. Una buena opción es comer pizza o pasta, que Angelo de origen italiano, procura que se sirva caliente y bien preparada....La internet funciona adecuadamente. Los puntos a mejorar no son tanto del hotel, sino de la zona en si misma... Coveñas sigue sufriendo por la mala calidad de su agua potable, evite tomar jugos naturales o comer en cualquier lugar, procure que sean lugares limpios y confiables... o decídase por comer en el Costa Mar. Las playas son relativamente limpias a pesar de que el costeño aún no tenga conciencia del paraíso en el que vive. Opciones de tures, creo que el mas chevere es el de la isla de "Tintipan o Titipan" aguas cristalinas a 45 minutos a mar abierto, también podrán divisar el hotel Isla Palma (Decameron) y los que lo prefieran podran visitar el "Islote de Santa Cruz" que está cerca de allí, es una pequeña isla de Pescadores que la verdad encontramos, desordenado y sucio.…
Coveñas es un lugar turístico que empieza a crecer apenas. Lo que quiere decir que su oferta hotelera y gastronómica es aún reducida. Este es un hotel muy pequeño pero muy cómodo, limpio y acogedor. Dependerá de tu presupuesto y que quieras hacer en Coveñas. Si la idea es llegar a Coveñas nada mas de paso para poder visitar las islas de San Bernardo esta es muy buena opción ya que el lugar no ofrece en sí muchas atracciones. Lo que si tiene es mucha playa para disfrutar. La gente encargada del hotel es muy amable y siempre atenta si necesitas algo. Los almuerzos son muy económicos y muy buenos. Creo que los desayunos necesitan mejorar un poco respecto a cantidad y variedad. Del resto volvería y lo recomendaría ya que no tuve ningún inconveniente.
En general el hotel es pequeño, aseado y las camas son cómodas. Lo malo es que el agua de la ducha huele feo, esto tal vez no es culpa del hotel. Está ubicado frente al mar y tiene unos kioskos donde es agradable sentarse. Cuando fuimos, estaban realizando remodelaciones, lo cual no es muy agradable para uno como huésped, esto deberían informarlo antes de concretarse la reserva. Lo peor que nos pasó es que nos robaron, como a tres cuadras mientras caminabámos hacia el norte por la playa alrededor de las 6:45 pm. Dos tipos en una moto nos sacaron cuchillo y nos quitaron todo lo que llevábamos. Nadie en el hotel nos había advertido nada, por el contrario nos habían dicho que podíamos dejar las cosas en los kioscos mientras nos bañábamos. Cuando nos pasó esto, la administradora nos ayudó prestándonos su celular y el computador, pero en general siento que hubo poca solidaridad, es decir a los turistas sólo nos ven como una maquina para hacer dinero, además que cuando le dije que nadie de ellos nos habían advertido de tal peligro, se puso molesta la señora. No había un sentimiento de solidaridad genuino y de empatía con nuestra situación, y menos de la policía que llegó media hora después (sólo tienen dos personas para un pueblo como de 15 mil habitantes). Todos los del pueblo que se dieron cuenta, decían que los ladrones eran de los otros pueblos cerca. Y lo más gracioso es que ahí si mencionaban que los robos a turistas eran comunes, hasta la misma administradora lo recordó. En conclusión el lugar es bonito, pero creo que la gente no se da cuenta del paraíso en el que viven, no sólo porque no cuidan los turistas de los ladrones y gente que intenta aprovecharse, sino también por la cantidad de basura que hay en muchas playas de Coveñas.…
El hotel me pareció muy bueno, está bien ubicado, la alcoba muy buena con un colchón y almohadas muy agradables, con aire acondicionado. El desayuno es delicioso y suficiente. El sitio siempre está muy bien aseado. Las personas que atienden son muy formales y diligentes, Camilo el recepcionista y Arelis la empleada de oficios varios. Tratan muy bien a sus mascotas, Lilo y Chico, dos perritos. El mar queda justo al frente , tiene una parte privada que es para los del hotel, con sus kioscos y sillas, muy limpio. Se pueden caminar dentro del mar como dos cuadras y el agua da hasta las rodillas, es como una piscina, muy limpio. No hay muchos vendedores ambulantes, que lleguen a incomodar, pasan unas señoras vendiendo frutas, son súper económicas. El hotel queda en la segunda ensenada, a 20 minutos de Tolú y a 15 minutos de Coveñas,aproximadamente.El pasaje del bus vale $3.000 aunque siempre cobran $4.000, pero hay que pedir rebaja. Al lado, hay un restaurante muy sencillo "La niña Ana" donde el almuerzo es a $10.000 sopa de pescado, pescado, arroz con coco, patacones, ensalada y jugo. Cerca del hotel también está la primera ensenada, es una parte con hoteles muy elegantes y cuentan con un buen restaurante "El Poblado", no es barato pero de vez en cuando se puede dar uno el gusto, sirven muy bien todos los alimentos. En el hotel también sirven almuerzos y comidas, son platos desde $17.000 y se ven muy deliciosos.Los mejor del paseo a Coveñas fue ir a las islas de Tintipan, Múcura, el islote Santa Cruz. Llegan por uno al hotel y lo llevan a Tolú, sitio en el cual salen las lanchas para estas hermosas islas, son una belleza. El viaje dura una hora de ida y una hora de vuelta. Vale $70.000. Puede que cobren un poco más, pero siempre hay que pedir rebaja. Me dio tristeza ver una tortuga que tienen los lugareños del islote Santa Cruz comiendo plástico, al parecer no cuidan mucho a los animales del "acuario", que no es tal. Había mucho plástico por ahí botado y no lo recogían. Además tienen un tiburón nodriza al que los turistas pueden cargar, etc. Generando un gran stress para este pobre animal. En definitiva, recomiendo el Hotel Costa mar. Es rústico y muy agradable. Infortunadamente no pude conocer a sus propietarios, pues tenían una calamidad familiar.…
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