Nos intentaron cobrar sobrecostes y al negarnos en base a nuestra reserva, nos hicieron esperar horas para finalmente echarnos con insultos y de mala manera. No hablan español y no son personas amables.
Hostel en un entorno inmejorable. La atención muy buena y la limpieza de 10. Es cierto que si no vas con coche queda algo alejado del centro del pueblo. Al lado de la cascada verde, la cual por cierto no merece la pena. La chica de recepción muy amable, intenta ayudarte y aconsejarte en todo. La cocina muy bien equipada, las zonas comunes muy cuidadas. La habitación amplia. Única pega, las paredes no están cerradas del todo , si bien te lo advierten al hacer la reserva, pero nos entró un murciélago varias veces en la habitación.
Un hostel precioso, rodeado de pura naturaleza. Las habitaciones son muy bonitas y las salas comunes invitan a relajarse. Tienen una cocina totalmente equipada donde cocinar. Muy cerquita de la cascada verde y a 5 minutos en coche de la playa de uvita que es de postal!!!
Pésima atención por parte del personal, que apenas habla español y no conoce nada del entorno. Ni siquiera supieron informar del precio de la cascada que hay a 5min del alojamiento. Tienen dos chicas en prácticas que no conocen absolutamente nada del entorno. Mala educación, pasas al lado para decir buenos días y nadie contesta. Cuando quieres solicitar cualquier tipo de información, te remiten a un panel informativo donde tienen los horarios de buses, pero recomendaciones ninguna. Ni siquiera la dueña sabia que un servicio shuttle (que es lo más común en Costa Rica) podía recogerte en el hostel, tal es el desconocimiento o las pocas ganas de ayudar que tuvimos que ir a la oficina de turismo para saber cómo salir del pueblo y continuar nuestro viaje. Te dicen en la web que el wifi es de alta velocidad, pero a no ser que estés justo debajo del router, es fácil que desaparezca la conexión a cada rato. La intimidad es nula, escuchas absolutamente todo de las habitaciones contiguas, e incluso puedes ser visto por los demás huéspedes ya que ni siquiera las paredes llegan hasta el techo. Pese a saber que nos dirigiamos al P.N Marino Ballena, no nos informaron de que la marea sube mucho y muy pronto (casi nos vemos atrapados sin salir del parque).…
Como ya han dicho en otras opiniones, es un must... No teníamos coche y llegamos sin problemas con el taxi desde la parada de autobús. Los cockteles muy ricos y la belleza del entorno es increíble. Dormir con el son de las ranas o los aullidos de los monos... no tiene precio.
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