Sigue siendo un hotel al que le sobra 1 estrella . El buffet muy limitado, limpio , pero muy limitado. En 10 diez que hemos estado, el césped de la piscina no se limpiado ni un solo día y el agua de la piscina lo mismo, no estaba limpia. El mantenimiento deja mucho que desear, incluido las habitaciones , lo de reformado… Y por último la imagen que dan con todos los amigos del jefe, accionista .. toda la tarde en la piscina , con la botella de cacique en la mesa , sus amigos disfrutando de lo que los demás clientes estamos pagando , no es la imagen de un hotel que se dice tiene 4 estrellas. Por no decir que al cliente se le cierra el bar a las 18,00 h y ellos dando esa imagen hasta la hora de la cena. Cuando llegan los clientes a cenar y tienen que estar esperando hasta que los pobres camareros puedan preparar el servicio, porque están las mesas ocupadas por ellos , para luego irse y dejar allí todas las toallas sin ni siquiera molestarse en llevarlas al cesto de la ropa para limpiar , en fin esto no tiene más comentario .. Lo más importante es ser discreto y no dar la nota de esa manera. Pero por lo visto esto tampoco ha cambiado en este hotel. Se sigue actuando de la misma manera. Un 10 para el personal tanto del buffet como al socorrista . Todos profesionales y muy amables .…
Desde hace unos 5 años, mi hijo y yo elegimos este precioso y acogedor hotel para nuestra primera escapada veraniega. Y, aunque siempre nos ha encantado absolutamente todo, este año además ha mejorado aún más la cocina del buffet. Estamos encantados. El personal siempre ha sido muy agradable, casi todos continúan este año. Siempre atentos, muy profesionales y con una gran sonrisa. Las instalaciones perfectas, cómodas y, la de corazón, Preciosa. En general, la buena energía de este hotel es muy especial. Sin duda: repetiremos ❤️ Gemma y Enzo
El peor check in de mi vida. Habíamos reservado, a través del call center, 2 habitaciones, 3 noches. Para nuestros dos hijos y para nosotros dos. Pedimos (y nos confinaron en el call center) habitaciones juntas (no comunicadas). Pues bien, llegamos al hotel y nos dan una sola habitación. No encuentran la segunda. A pesar de enseñarles el mail con la confirmación de la reserva, no la encuentran. Solo media hora después, cuando buscan el sobre con las llaves de la primera habitación aparece el sobre con la segunda. Al parecer, error en un apellido. No pasa nada… Ahora resulta que nos dan una habitación en una punta del pasillo de la primera planta y otra en la otra punta del mismo pasillo. Tras otros 20 min de conversación con la recepcionista, no hay solución. Solo hasta el día siguiente. No hay nadie responsable (era un viernes por la mañana). Ni director de hotel , ni responsable , ni gerente, NADIE con el que hablar. Solo la recepcionista. Una hora y media de check in. No fue hasta la tarde del mismo día cuando la otra recepcionista, se notaba con más experiencia, nos soluciona el problema, y nos ponen en una habitación enfrentada a la otra Perfecto, porque además fue -al parecer- un up grade. Pero solo tenían dos dias de reserva, y no tres. A pesar de enseñarle el mail de reserva y haber pagado ya (porque hay que pagar al entrar al hotel) las 3 noches. En fin… Pero la experiencia del check in fue terrible, y lo más alucinante es que nadie, absolutamente nadie diese una explicación ni la cara. Pasando al hotel: lo único bueno es la ubicación, que es alucinante. Con acceso directo al mar, una maravilla. El resto, no vale nada. Las habitaciones de la planta baja (la primera que los dieron) con vistas al puerto, son un timo. No se ve nada. Solo un muro y un seto. Además, huelen fatal, a alcantarilla. Son oscuras. Muy malas Las habitaciones de la planta de arriba tienen muy buenas vistas, pero están mal conservadas. Había cucarachas en las habitaciones (problema recurrente pues escuché a otros clientes decirlo en recodo con, y la camarera de cuarto me lo confirmo.) El bufet, muy muy malo. Sobre todo el de la cena (hay que elegir si o si media pension). Completamente de batalla, pero es que además de muy baja calidad. El desayuno, un poco mejor, pero es que las vistas y la ubicación lo hacen mejor. Caos en la piscina con la reserva de las hamacas, que está permitido. Las camas balines as, no pudimos reservar ninguno de los 3 días de estancia en el hotel. Todo ocupado, aunque luego había camas vacías. En definitiva, un verdadero desastre. No volveremos. No lo recomendamos para nada.…
Fin de semana muy tranquilo. Destacar la amabilidad del personal. Muy limpio y el buffet variado. Como critica constructiva diría que estaría bien poder elegir en la media pensión si incluir el almuerzo o la cena Pero vamos, repetiríamos sin duda, se esta muy agusto.
Este hotel está situado en el Puerto de Mogán, como su propio nombre indica. Para acceder a él, hay que hacerlo o bien por el aparcamiento de pago que hay en la entrada, o dejando el coche donde encuentren sitio e ir andando hasta sus instalaciones. El hotel no tiene convenio con los del aparcamiento de pago "porque no les interesa" según la "simpática" recepcionista que nos recibió. Así que si deciden ir en coche ármense de paciencia para aparcar en la zona, ya que no hay sitio donde dejar los coches. Una vez aparcados a una distancia de 1000 metros del hotel, llegamos a la recepción y nos recibe Lisa, que con su natural simpatía , nos indica que la habitación está disponible a las 1500 horas, pero que no lo garantiza. La frialdad de su carácter no invita a preguntar sobre el hotel, porque no tiene ganas de agradar, o incluso no sabe agradar. Entre la mascarilla y el acento ruso hace muy difícil su entendimiento. Muy poca calidez en la recepción al hotel. no invita a preguntar ni a interesarse por el mismo. Respecto del hotel: Lo único destacable es su privilegiada ubicación. Las habitaciones son correctas, aunque la limpieza es... escasa. Para ejemplo miren la foto del ecosistema que había en una de las puertas. Por la noche se descansa bien, no son ruidosas. El Buffet de cena. Plano. Todo sabía igual. O mejor. No sabía. Es un perfecto buffet llena buches. El segundo día de cena pusieron una empanada del Mercadona. El señor de la plancha, no sabía si la carne que había en guiso era de ternera o de pollo. Lo pregunta y le dicen que era pollo. Les puedo asegurar que era vaca. Dura y mala, pero vaca. El secreto ibérico esa silicona de baño. Hacía mucho tiempo que no me encontraba con un buffet así. Fui incapaz de comer lo poco que me puse en el plato para probar los sabores, inexistentes. Cocinero malo, malo. Para entrar al buffet te hacen poner unos guantes de plástico, como los de coger fruta del Mercadona. Medida inútil. Absurda. Y en los dispensadores de gel de la entrada, no había gel o no funcionaban. No merece la pena coger la cena. Es mala de solemnidad. Y el desayuno, más de lo mismo. Cuatro panes, unos churros... y un buen zumo de naranja... por lo menos estaba frío, como la mirada de Lisa. Como resumen, no creemos que volvamos. No merece la pena. Hay otras opciones mucho mejores que superan el enclave privilegiado que tiene. A pesar de esa entrada directa al mar, rodeada de unas bollas blancas llenas de verdín del mar, cuyo aspecto es parecido a una fábrica de bacterias. Hay que cuidar los detalles. Y por favor... esa empanada del Mercadona... retiren eso del Buffet!…
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