Muy recomendable. Una elección perfecta. Ideal para familias o matrimonios sin hijos. Una arquitectura ordenada, no agresiva, e integrada en el paisaje. Una naturaleza que lo invade todo. Un resort con polivalencia en la oferta de servicios, distribuidos armónicamente por su amplio espacio. Habitaciones y baños con estética nueva. çBuen aparato de aire acondicionado , y además en el techo un ventilador. Este ideal para el descanso nocturno. Buenas y amplias camas. En el restaurante principal una buena atención de los profesionales griegos - con especial referencia a Sócratis- y comida variada, con calidad, incluyendo las noches temáticas ( Asiática, mediterránea...). Una playa pequeña, sin saturación, suficiente, con aguas limpias y peces a tus pies, pero que no sería igual sin el restaurante italiano junto a ella, con pasta y pizzas de calidad, y cocinadas en directo para tí. Una dualidad imprescindible. Las bebidas del todo incluído con razonable calidad, y siendo ágil el servicios en los diferentes bares-cafeterías. Especial mención el bar del "lagoon" por su estética, ambiente , vistas al complejo y al mar. Un local para noches tardías especiales. La animación muy buena y variada cada noche; acostumbrados por Europa y España a tópicos, standarizaciones y simplezas, ésta realmente estaba bien. Captó nuestra atención. En nuestro caso, una vez más, una experiencia muy positiva en este maravilloso país que tanto está sufriendo en los tiempos presentes. La calidad de la instalación, la profesionalidad y amabilidad de los profesionales griegos es su mejor garantía, y especialmente con los españoles. Acostumbrados nosotros a ser la única familia del resort. Identidad mediterránea compartida. Facilidades del hotel y amabilidad, incluyendo el tener previsto darnos las toallas de baño a nuestra llegada, en horario de cierre de los bares de la piscina, a las19,00 horas ( bajo petición previa por email) y poder disfrutar del agua después de un día de viaje. Un ambiente turístico con preeminencia de franceses, incluyendo su equipo de animación. Éste, bueno, integrador y amable con todos los clientes. Sin problemas. En defintiiva una muy grata experiencia, para una famillia con dos niños, alojados en el área Sirocco, en bungalow "open plan", bien ubicado, por su equidistancia a los principales espacios de uso turístico. Algo a mejorar: si bien el wifi público en recepción funcionaba razonablemente bien, cada vez resulta menos comprensible en 2016 la no dotación de wifi en las habitaciones. En definitiva, Corfú una isla preciosa, para no estar todo el día en el hotel, y poder conocerla en coche alquilado, pero sin prisas debido a su naturaleza y carreteras. Gracias Grecia. Volveremos.…
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