Hostal Restaurante Venta Paquito
Información
Si buscas un hotel pequeño en Vejer de la Frontera, no te pierdas Hostal Restaurante Venta Paquito.
Como está cerca de la mayoría de los puntos de referencia de Vejer de la Frontera, como Arco de la Segur (1,3 km) y Ethnographic Museum, Iglesia convento de la Merced de Santa Catalina (1,3 km), Hostal Restaurante Venta Paquito es un fantástico destino para turistas.
Las habitaciones de los huéspedes incluyen televisor de pantalla plana, aire acondicionado y mosquitera, y Hostal Restaurante Venta Paquito te ayuda a que estés conectado, ya que dispone de wifi gratuito.
Además, los huéspedes pueden disfrutar de restaurante durante su visita. Otra ventaja añadida es que hay aparcamiento en la calle disponible para los huéspedes.
Si buscas unos restaurantes barbacoa, considera probar Iguana Bar & Restaurant o Restaurante Asador Al-Andalus, que se encuentran muy cerca de Hostal Restaurante Venta Paquito.
No faltan cosas que hacer por la zona: explora populares museos de historia como Museo Municipal de Costumbres y Tradiciones.
El personal de Hostal Restaurante Venta Paquito está deseando atenderte durante tu visita.
Ubicación
Opiniones
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- Español
No está al lado de la playa, a unos 10 min.
El sitio es tranquilo.
La habitación es genial, grande y espaciosa, las camas muy cómodas.
El baño muy nuevo.
El personal muy agradable, simpático y atento.
Se puede aparcar sin problema.
Solo sirven desayunos, tomamos unos molletes que estaban riquísimos.
Recomendable 100%.
Lo malo es que para ducharnos tuvimos que avisar a la señora porque no funcionaba el agua caliente, nos dijo que era imposible, pero cuando fue a comprobarlo , vio que estaba apagado y tuvimos que esperar un rato que se calentara el agua, me imagino que sería eléctrico. Como íbamos con el tiempo justo para la boda, por poco llegamos más tarde que la novia. Lo peor es que cuando quisimos ducharnos a la mañana siguiente, tampoco funcionaba el agua caliente, otra vez hubo que salir a buscar a la mujer y que nos encendiera lo que fuera. Al rato lo volvimos a intentar y como seguía sin haber agua caliente, nos largamos tal y como estábamos.
Total, que no es que tuviera el listón muy alto, sabía dónde iba, pero no me podía imaginar que no pudiera ducharme cuando quisiera. No lo puedo recomendar, la verdad, pero claro, tampoco había otra cosa en esas fechas.
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