Un gran lugar para sentir la libertad, armonía con la naturaleza y conocer gente. No se pierdan la oportunidad de disfrutar sin prevenciones y cómodamente en un hermoso lugar con calefacción, chimenea, jacuzzi con agua climatizada y lo mejor, rodeado de naturaleza y donde siempre vivirás experiencias inolvidables. Gracias Edwin y Felipe , excelentes anfitriones.
Pasamos un fin de semana muy agradable, los países naturales, la chimenea y la calidez de Edwin y Felipe, hacen que cada visita sea inolvidable y de desconexión total con la ciudad. Nos vemos pronto chicos
Fue un estilo de visita a el sitio muy tranquilo y relajación un desnudo muy natural todo entre el margen de respeto, la comida deliciosa, una noche de mándalas diferente. Me gusto mucho la vista de las alcobas, la atención de los anfitriones son acogedores. Lo recomiendo es un pedacito de paraíso
El lugar es cómodo, acogedor, limpio y muy tranquilo, ideal para desconectarse del estrés de la ciudad. La finca es grande, está muy bien cuidada y se pueden hacer muchas actividades tanto fuera como dentro de la casa (también hay cabañas para parejas), pero lo verdaderamente increíble son sus anfitriones, Felipe y Edwin, y la experiencia de compartir con los otros huéspedes. Desde que llegas te reciben como si fueras su invitado de honor y te atienden como si fueran tu familia. Llegué con curiosidad y salí feliz e inmensamente agradecido por la experiencia y por la hospitalidad de los anfitriones. No veo la hora de volver.
Disfrutamos muchísimo el fin de semana en este hermoso y cálido lugar, rodeado de naturaleza y la posibilidad de sentir la conexión, al combinar nuestros cuerpos al aire libre.Una experiencia para repetir y vivir en comunidad. La Hospitalidad del lugar y su acogedora Chimenea, hacen que el frío exterior no se sienta.
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