En este enclave que fuera puesto comercial en la época romana y que hoy es la milla cuadrada más rica del planeta, se encuentra el distrito financiero conocido simplemente como “la City”, uno de los barrios más históricos y fascinantes de Londres. En él se mezclan rascacielos de oficinas, como la torre Gherkin, de Norman Foster, con ruinas romanas y joyas arquitectónicas de prácticamente el resto de los periodos, como la gloriosa catedral de San Pablo, de Christopher Wren, o el Banco de Inglaterra, de John Soane, con su abrumador clasicismo. El barrio alberga también algunos de los mejores restaurantes y de los hoteles más lujosos de Europa, y cuenta con gran número de bares, tiendas exclusivas y estaciones de metro. Durante la semana, la City rebosa de gente embebida en sus negocios, pero al llegar el fin de semana, el barrio se convierte en un tranquilo espacio para los turistas.

Tanto si te acercas al barrio para visitar su multitud de tiendas, teatros, cafés, pubs y restaurantes, como si simplemente quieres perderte entre la gran cantidad de gente que circula por esta bella parte de la ciudad, te encantará sumergirte en el histórico y festivo ambiente de Covent Garden y sus alrededores. Incluso aunque no tengas entradas para la ópera ni para ninguno de los muchos teatros famosos que alberga el barrio, no será raro que acabes cautivado por alguna representación improvisada que algún artista callejero esté ofreciendo en mitad de la plaza de Covent Garden. Si tienes entradas, te agradará comprobar que muchos de los restaurantes de la zona cuentan con menús de precios fijos para los que asisten a los teatros, sirven la cena a horas tempranas y cierran más tarde de lo usual.

Si solo tienes una tarde para disfrutar de Londres y quieres hacerlo a gran escala, empieza la visita por Westminster. Verás los recargados edificios de las Casas del Parlamento y la Abadía de Westminster, uno al lado del otro, en una esquina de Parliament Square. Un corto paseo por The Mall te conducirá hasta el Palacio de Buckingham. Continuando un poco más, llegarás a Trafalgar Square y la columna de Nelson. Junto a esta fascinante arquitectura, en la zona también destacan las maravillas de la Madre Naturaleza y las exquisitas dotes de los jardineros ingleses, con St. James’ Park (del que se puede decir que es el parque más bonito de Londres), el amplio Green Park o los paseos peatonales bordeados de árboles que discurren al lado del río. Más allá de estos lugares emblemáticos y de los espléndidos espacios naturales, encontrarás una zona residencial con tranquilas plazas y pubs tradicionales que te ofrecerá una experiencia más sosegada de este enclave del poder mundial en el corazón de Londres.

Tanto si lo visitas por su dinámica vida callejera como por sus galerías de arte de primer orden o sus afamados restaurantes de curry, el especial ambiente cosmopolita de Whitechapel no te dejará indiferente. Los días en que Jack el Destripador acechaba en sus calles han quedado ya muy atrás. Y a pesar de este misterioso legado que atrae a multitudes de curiosos para hacer recorridos guiados por el entramado del barrio y por lo que, de otro modo, serían tranquilas plazas ajardinadas, hoy en día es mucho más probable que, antes que cualquier tipo de criminal, sea a algún amante de la moda más vanguardista a quien veas apresurarse por sus callejones.

Incluso antes de la llegada del Shard, que no tardó en convertirse en imagen icónica, el ambiente ribereño de Southwark había superado la etapa de desarrollo emergente. Ya hacía tiempo que tanto la gente del barrio como los que venían de fuera disfrutaban curioseando en las tiendas de Bermondsey High Street, rebuscando en los bien provistos puestos de Borough Market, centenario paraíso gastronómico, o acudiendo en tropel a las orillas del Támesis para disfrutar de algunas de las principales atracciones de Gran Bretaña, como la Tate Modern o el Shakespeare's Globe Theatre. A pesar de las muchas y populares atracciones de Southwark, es fácil encontrar instantáneamente la calma perdiéndose por casi cualquier calle lateral. Si lo que quieres es disfrutar del dinamismo urbano, un rápido paseo por célebres puentes como el Millenium Bridge o el siempre fotogénico Tower Bridge te dará acceso al corazón mismo de la zona central de Londres. Además, al ser la London Bridge Station el eje principal de transporte del barrio, resulta relativamente fácil llegar a cualquier sitio de la ciudad (o, ya puestos, de Inglaterra).