Durante la guerra civil, esta gran plaza era un enclave donde se realizaban concentraciones en apoyo del ejército de la Unión. Hoy se ha convertido en el principal centro del comercio y el entretenimiento de la ciudad. Alberga el mayor número de grandes almacenes de lujo, boutiques elegantes, galerías de arte y teatros de San Francisco. Tanto turistas como residentes se concentran en esta gran zona abierta para ver pasar los tranvías y la gente, disfrutar de un aperitivo o planificar un día de compras y visitas turísticas. Si quieres tomarle el pulso a San Francisco, Union Square es el lugar donde debes ir a empaparte de la ciudad.

SoMa (del inglés South of Market) tiene un ambiente urbano y sofisticado, pero es más probable que aquí encuentres clubes nocturnos de gran tamaño y lofts industriales que boutiques. Aunque es el epicentro de las nuevas empresas tecnológicas de la ciudad, los visitantes podrán hacer algo más que negocios, pues el barrio alberga museos y restaurantes de calidad, además de la sede del equipo de béisbol San Francisco Giants. Es posible que la mayor parte de sus anchísimas calles principales carezcan de la personalidad que tienen en otros barrios de la ciudad, pero en las calles secundarias encontrarás reductos de gran belleza, como South Park.

En Fisherman’s Wharf hay algo para todo el mundo: desde entretenimiento para toda la familia hasta hoteles de calidad y buena comida. Artistas callejeros, históricos tranvías, galerías de arte y museos: aquí podrás sacar una foto digna de postal en cada esquina. Tu apetito también estará de enhorabuena: los amantes del marisco podrán disfrutar de los cangrejos Dungeness y de los curiosos bollos de masa fermentada con forma de cuenco; y los más golosos tendrán la oportunidad de saciarse en Ghirardelli Square tras un día visitando Alcatraz y el puente Golden Gate. No te olvides de ir a decir hola a los adorables leones marinos, que hacen de este barrio una experiencia única.

El distrito financiero está justo al este de Chinatown, pero puede parecer un mundo aparte, pues es una versión de Wall Street en San Francisco. Los negocios crean un ritmo frenético entre semana, pero los visitantes que pasen algunas horas caminando por las estrechas calles se verán recompensados con estupendos ejemplos de arquitectura histórica y contemporánea, como la icónica Pirámide Transamérica. A la hora de cierre de las oficinas, los restaurantes se llenan rápidamente con aficionados a la happy hour. Los mercados bursátiles no son los únicos con los que cuenta este barrio: el Ferry Building Marketplace, en el Embarcadero, es un emporio de la gastronomía y un mercado de productos de la tierra que satisfará los buenos apetitos.

Quien visite la Marina encontrará gente guapa y casas bonitas con el bello telón de fondo del puente Golden Gate. Esta fue la ubicación original de la Exposición Internacional de Panamá-Pacífico de 1915 (cuyos vestigios se pueden ver en el Palacio de Bellas Artes). Para alojarla, se rellenó y allanó una gran extensión de tierra y ahora ese amplio espacio ha dado lugar a un paraíso para los aficionados a correr en el norte de la ciudad. Con la pintoresca bahía como telón de fondo, no sorprende que esta zona se haya utilizado como localización en numerosas producciones cinematográficas. Durante el día las actividades se centran en la cultura de los cafés y las compras en boutiques; por la noche, el barrio se convierte en una zona de marcha.