Es un restaurante de comida típica con buena sazón y grandes porciones. El lugar es sencillo pero limpio y cómodo. Pedimos pescado y aunque se demoro un poco en llegar, el buen sabor y la preparación lo hicieron olvidar. Recomendado acompañar las comidas con guarapo...y kola.Más

No relación calidad cantidad y precio , los platos sin sus precios nos ofrecen un plato del día y no nos dicen el precio luego nos sorprenden con una cuenta muy elevada para 3 personas, más barato salía pedir tres platos por Separado

Decidí almorzar aquí por las muchas recomendaciones del lugar. Siendo víspera de Semana Santa, era de entender que el lugar estuviese lleno y uno como cliente decidiría esperar o no. Así lo hice, en una banca que hay colocada del otro lado de la calle....Un empleado del restaurante salió con algunos menús que distribuyó a las personas que esperaban, menos a mí. A diferencia de las demás personas, que estaban en familia y eran colombianos, yo iba solo y era extranjero. Le pedí por favor un menú, para poder revisarlo y así decidir qué comería. El empleado me dijo que me lo traería, cosa que nunca ocurrió. Como la espera era larga, algunos minutos después, el mismo empleado salió a indicarnos que pasáramos para que nos tomaran la orden y así agilizar los pedidos en la cocina. Las dos familias que estaban antes de mí pasaron, pidieron y les asignaron una mesa a los pocos minutos. A mí, en cambio, me pidieron que esperara junto a la caja porque no tenían mesa disponible aún. Eso sí, me tomaron la orden al momento, ya que hasta ese entonces me entregaron un menú. No me importó al principio, dado que yo entendía que por ser temporada alta el lugar estaría lleno, más por su popularidad. Sin embargo, mi espera de pie junto a la caja acabó siendo mayor a 40 minutos. En todo ese tiempo algunas mesas iban desocupándose y se las asignaban a personas (familias) que llegaron después de mí. Me pareció una enorme falta de respeto pues el viajar solo no era motivo para hacerme esperar y darle prioridad a las personas que llegaban en grupos. Después de todo, yo también iba a consumir y pagar por el servicio de la comida. Realmente me molesté y hablé con el empleado que me había pedido esperar. Su justificación fue simplemente que se había olvidado de mí y que por eso había asignado las mesas a otras personas. ¡Difícil de creer que se te olvide un cliente que lleva más de media hora de pie junto a la caja donde realizan los pagos! Al cabo de algunos minutos más, me indicó que pasara a sentarme. Pensé que habría hecho respetar el orden de llegada, moviendo a comensales que llegaron después de mí, pero no fue así; simplemente me pidió que me sentara en una mesa con otras personas que yo ni siquiera conocía. Esa solución de "compartir mesa" bien me la hubieran podido ofrecer desde el comienzo, sin tener que hacerme esperar. De no haber estado con muchísima hambre (había realizado la caminata del Camino Real hasta Guane), me habría marchado, pero el hambre fue mayor y acepté comer sentado en una mesa con esa familia. Realmente me pareció de lo peor ese tipo de atención. Estando ya sentado, una mesera se acercó a tomarme el pedido, a pesar de que supuestamente me lo habían ya tomado hacía más de 40 minutos antes de esperar. Por fortuna parte de mi pedido ya estaba lista, pero algunas cosas no tenían más en el menú. En vez de haberme explicado eso desde el comienzo, esperaron hasta el final para pedirme que cambiara algunas de las cosas que había pedido. ¡Cualquiera estaría de un pésimo humor tras semejante desorden en la atención a la hora de comer! La comida fue buena, no voy a negarlo, servida en muy buenas porciones. Sin embargo, no podría disfrutar un almuerzo tras semejante experiencia de desorganización y trato al cliente, sentado con personas que ni siquiera conocía, las cuales no dejaban de mostrar la incomodidad de que yo estuviera "invadiendo" su mesa (a pesar de yo haber llegado muchísimo antes que ellas). Lo peor, el lugar está repleto de moscas. Esos insectos se posan en la comida, en las bebidas y están sobrevolando al rededor de los comensales en todo momento. Entiendo que haya animales de ese tipo por la zona, pero un establecimiento de alimentos debe cuidar ese detalle que se puede interpretar como una enorme falta de higiene. Ni qué decir del hecho de permitir la entrada de perros; algunos comensales van con sus mascotas y no contentos con tenerlos junto a sus sillas, los cargan y suben en las mesas, sin que ningún mesero les llame la atención. ¡Experiencia terrible en cuanto a higiene, a mi parecer! Sinceramente, no recomendaría este restaurante a ningún turista extranjero que viaje solo. Aunque las porciones y la comida sean buenas, el precio no es tan económico y la atención del personal deja muchísimo que desear.Más