Un restaurante es más que nombre y diseño, falta sabor.
Con espectativas altas el resultado es plano, soso y sin sabor.
Con muchas reseñas de google, y una carta amplia de bebidas para entonarte el fallo viene cuando su comida no dice nada.
La ensaladilla...rusa o no rusa, no deja de ser un aglutinante de patata con algo más. Y ese "más" precisamente no es sabor precisamente.
La croquetas se salvan porque llegan calientes a la mesa. Pero no esperes lo que puedes esperar de una croqueta. Sinceramente, no ofrezcas en carta una croqueta sin dar lo que te da una buena croqueta, sabor y textura.
El remate, un té a 2,70€. Una infusión a precio de plaza de San Marcos en Venezia. Vale, acepto el pago, pero al menos sirvelo en tetera, ni eso.Más