La experiencia en Mini-Mal es simple, sencilla pero busca abarcar tintes gastronomicos de cada region de Colombia, logrando asi presentar al comensal frutas y verduras que a pesar de ser nativas, no son incluidas de manera frecuente en lo que uno consigue en Bogota. El...dueño, Eduardo, siempre esta innovando para que el menu no se estanque y los meseros muy buena onda.Más