Un destino de talla mundial como San Agustin, en el sur de Colombia atrae a cientos de turistas nacionales y extranjeros todos los años. Sin embargo, la afluencia del turismo y la evidente desocupación de algunos jóvenes de la región se esta convirtiendo en un coctel indeseable. En mi ultima visita a San Agustin hace un año fui victima de un asalto en el sitio La Chaquira, uno de los cuatro yacimientos arqueológicos cercanos a la cabecera municipal de San Agustín, fuera del Parque Arqueológico. Aprovechando el atardecer, este lugar al que solo se recomienda acceder en grupo y preferiblemente en compañía de la policia a caballo, pues al encontrarse en un risco que tiene una vista como pocas -y al estar rodeado de espesa vegetación- se ha convertido en guarida de hampones -se han constatado que son menores de edad- que con cuchillos y changones esperan a sus victimas para despojarlas hasta de los zapatos. A mi me paso eso y me toco caminar casi un kilometro descalzo hasta el lugar donde pude pedir ayuda. La tentación de visitar estos lugares en solitario dada la cercanía y señalización que desde el pueblo se ve, debe evitarse, pues son la trampa perfecta. En el pueblo, puede verificar también que en mas de una esquina se observan grupos de jovenes de no muy buen aspecto recorriendo las calles arriba y abajo con las manos en los bolsillos. Es un problema social al que se debe prestar atención así como mejorar la vigilancia y reglamentar los accesos y advertir si es necesario de los peligros que implica el visitar estos lugares.